América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

61 y Estados Unidos habían tenido un comercio indirecto pero activo por muchos años a través de subsidiarias de empresas norteamericanas situadas en terceros paí– ses que, bajo licencia formal del gobierno estadounidense, comerciaban con Cuba. En 1980, la isla importó productos por 206 millones de dólares de filiales norte– americanas y exportó unos 86 millones. En 1990, las cifras respectivas fueron de 533 millones y 172 millones. Ya para 1992, debido a sus dificultades económicas, estas cifras se redujeron a 407 millones y 92 millones, respectivamente. Las impor– taciones cubanas eran casi sólo granos, cercales y otros comestibles. En 1992, bajo la propuesta del congresista Robert Torricclli, con el apoyo del candidato demócrata a la presidencia Bill Clinton y con la firma del presidente George Bush, se aprobó la Ley por la Democracia en Cuba, cuyo propósito fun– damental fue prohibir este comercio. Ya en 1993 se había paralizado este inter– cambio. El gobierno cubano acusó que esta medida buscaba provocar escasez de comida en el país 33 • La apertura económica a la diáspora Si bien la inversión extranjera prometía mejoras en la situación económica a largo plazo, el estado productivo y comercial (incluyendo las relaciones con Ru– sia y Estados Unidos) indicaba que las circunstancias a corto plazo seguían sien– do agobiantes. Por tanto, en jul io de 1993, el presidente Castro anunció la despe– nalización del uso del dólar y otras monedas libremente convertibles. Buscaba estimular y facilitar las remesas de dólares de cubanos en la diáspora, alguna vez considerados «gusanos», otras, sencillamente «exiliados», y, ahora, miembros de la «comunidad cubana en el exterior». Siguiendo la misma lógica de esta deci– sión, el gobierno autorizó un aumento del número de permisos de entrada que se les otorgaría a estas personas de origen cubano en el exterior. LA REINSERCIÓN EN LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Perdidos sus aliados europeos, frente a la más gravísima crisis económica desde 1959, y todavía enfrentado al gobierno de Estados Unidos, en los años noventa el gobierno de Cuba ha buscado diversos mecanismos para lograr su reinserción en la comunidad internacional. Su comportamiento económico, ya revisado, se orienta– ba por los nuevos lineamientos trazados por el IV Congreso del Partido Comunista. Reunido en octubre de 1991, aquél autorizó una reorientación de la política

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