América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

60 rante los años ochenta ese subsidio cada año consistentemente representaba no menos del equivalente del 10 al 16 por ciento del producto social global)29. En diciembre de 1993, Cuba y Rusia firmaron un protocolo comercial para regir su intercambio durante 1994. La pieza angular del acuerdo fue el trueque de un millón de toneladas métricas de azúcar por 2,5 millones de toneladas métricas de petróleo. Según los precios internacionales entonces prevalecientes, el valor del azúcar era de 220 millones de dólares y del petróleo de 228 millones; es decir, un comercio esencialmente a precios del mercado. Ambos países se comprometían, además, a reanudar otros renglones de su comercio bilateral, y firmaron otros acuerdos de intercambio cultural y científic0 30 • En noviembre de 1994, sin embargo, Rusia suspendió los envíos adicionales de petróleo a la isla porque ésta no había cumplido con sus obligaciones de entrega de azúcar. Cuba había entregado hasta la fecha unas 500.000 toneladas, con un rezago de 100.000 toneladas. Posiblemente, esa demora se explicaba por dos factores: la zafra azucarera de 1994 fue un cinco por ciento inferior a la de 1993, pese a que Cuba inicialmente consideraba que sería superior; y, segundo, a mediados de 1994 el precio del azúcar en el mercado mundial sobrepasó nota– blemente el valor acordado en el protocolo con Rusia 31 • Las relaciones económicas bilaterales se caracterizaban. por la simultánea de– bilidad de ambas economías. Tan frágil eran los vínculos que aun pequeñas difI– cultades en el comercio provocaban conflictos agudos. Cuba requiere del merca– do soviético para la exportación de su azúcar y, necesariamente, tendrá que bus– car mecanismos para subsanar los problemas en esa relación. En décadas pasadas, el país podía insistir en que su valor militar para la URSS servía también como mecanismo de compensación. Pero ya en 1993, las últimas tropas soviéticas en Cuba habían sido repatriadas, y lo único que quedaba de esa vieja alianza militar era el centro de espionaje electrónico situado en Lourdes, al sur de La Habana (por el que Rusia acordó pagar alquilerjl2, que se usaba princi– palmente para espionaje comercial. En fin, a Cuba no le quedaba otro remedio que conducir sus relaciones económicas con Rusia sobre bases normales del mercado internacional, como cualquier país. Las relaciones económicas con Estados Unidos La tercera razón que explica las dificultades comerciales de Cüba ha sido la agudización del embargo comercial norteamericano a partir de fines de 1992. Cuba

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