América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

59 valor de las importaciones; el valor de las importaciones de ambos cayó en 1993. Las exportaciones a Japón subieron de 133,4 millones en 1989 a 141,8 millo– nes en 1991, para caer a 114 millones en 1992 y a 51 millones en 1993. Las importaciones de Japón continuaron una larga trayectoria descendiente iniciada años antes; habían caído a 54,5 millones en 1989, y siguieron descendiendo hasta los 35,7 millones en 1991 y 17,8 millones en 1992. Las exportaciones a Canadá dieron un salto de 52,5 millones en 1989 a 133,1 millones en 1991 y 212 millones en 1992, para caer a 133 millones en 1993. Las importaciones de Cana– dá, sin embargo, continuaron también una larga trayectoria descendiente, llegan– do a 131,7 millones en 1989, 114,4 en 1991, 97,5 en 1992 y 108 millones en 1993. Finalmente, las exportaciones a China cayeron de 229 millones en 1989 a 183 millones en 1991 y 74 millones en 1993, mientras que las importaciones de China pasaron de 212 millones en 1989 a 224 millones en 1991, cayendo a 177 millones en 1993. Debe señalarse que es particularmente difícil ligar estos resultados comerciales con tendencias políticas. Por ejemplo, a nivel político, las relaciones entre Cuba y China mejoraron a fines de los años ochenta y comienzos de los noventa, pero sus relaciones comerciales se vieron limitadas por la incapacidad productiva yexporta– dora de Cuba. Por otra parte, el presidente Argentino, Carlos Menem, ha criticado áspera y públicamente a Fidel Castro ya su régimen político. Aunque el comercio entre Cuba y Argentina es inferior a lo que había sido en años anteriores, Argentina sigue siendo una de las principales fuentes de importaciones de Cuba. La principal explicación de las tendencias en el comercio internacional de Cuba es clara y sencilla: la incapacidad productora y exportadora de Cuba, que se observa particularmente en la reducción del tamaño de la zafra azucarera, que cae de casi 8,5 millones de toneladas métricas en 1990 a 7 millones en 1992, 4,2 millones en 1993 y algo menos de 4 millones en 1994. Al fracasar la zafra de 1993, el gobierno declaró force majeure para anular contratos azucareros que ya tenía; es decir, fue la incapacidad productiva, y no la política de Estados Unidos, lo que impidió la exportación de azúcar. Hasta que no maduren las nuevas inver– siones extranjeras, Cuba necesitará otras fuentes de recursos. Las relaciones económicas con Rusia La segunda razón que explica las limitaciones comerciales de Cuba en la dé– cada de los noventa es la pérdida del subsidio soviético. (Mi cálculo es que du-

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