América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

55 admisión pública del gobierno de que había continuado con el suministro bélico al FMLN aún hasta 1991. Firmada la paz en El Salvador, victoriosos algunos movimientos revolucionarios o derrotados muchos de ellos, e inexistente la Unión Soviética, Fidel Castro selec– cionó un momento simbólico para anunciar que Cuba daba por terminado ese capítulo de su historia. En enero de 19Q2, se reunió en La Habana un grupo de funcionarios de primer nivel del ex gobierno norteamericano del presidente John Kennedy con funcionarios de rango similar del que había sido el gobierno soviético y con el presidente Castro para reflexionar sobre la experiencia de la crisis nuclear de octubre de 1962. En un momento de esa conferencia, Castro anunció que en el futuro Cuba cesaría de apoyar movimientos revolucionarios 1S • De pronto, entre 1989 y 1991, Cuba pasó de un papel protagónico a uno insignificante en el sistema internacional. Sin una presencia militar fuera de sus fronteras, sin un activismo internacional promotor de revoluciones, sin una alian– za con la Unión Soviética ni con los Estados sucesores de ella, sin capacidad de importación para retener los niveles de vida de su pueblo, la isla retornó por primera vez en un tercio de siglo a ser simplemente lo que había sido siempre: un pequeño país en el mar Caribe, vecino de Estados Unidos. Frente a esta nueva situación, y para lograr sobrevivir, el gobierno tuvo que tomar medidas que con– sideraba amargas e indeseables. LA REINSERCIÓN EN EL MERCADO INTERNACIONAL La bienvenida a la inversión extranjera En mayo de 1990, Fidel Castro inauguró dos nuevos hoteles en la playa de Vara– dero. Por primera vez inauguraba un proyecto desarrollado por «capitalistas extran– jeros». Confesó que el gobierno no sabía cómo administrar un hotel ni cómo pro– mover y obtener ganancias del turismo internacional. Por tanto, Cuba buscaría en el futuro promover la inversión extranjera para así desarrollar su economía con mayor eficiencia y dinamismo. Al mes siguiente, el Buró Político del Partido Comu– nista consagraba la nueva política de apertura a la inversión extranjera 16 • Es interesante anotar que el acuerdo que desembocó en ese proyecto se firmó con la cadena hotelera española Sol-Meliá en 1987; es decir, mucho antes del derrumbe del comunismo en Europa. Aquello indica que dentro del gobierno cubano ya se venían explorando diversas alternativas para el desarrollo del país.

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