América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
48 12 Carlos Salinas de Gortari, Tercer Informe de Gobierno, noviembre 1 de 1991, México, Presidencia de la República, Dirección General de Comunicación Social, 1991, pp. 6- 7. El subrayado es mío. 13 Ibid., pp. 9-10. El subrayado es mío. 14 Al respecto, véase Jorge Chabat, «México en 1991: diversificando la interdependencia., en Jorge Heine (Comp.), Enfrentando los cambios globales, Santiago, Ediciones Dol– men, 1993, pp. 49-50. 15 Uno de los anuncios más conocidos fue aquél en el que un empresario estadounidense afirmaba que no podía encontrar· «trabajadores buenos y leales por un dólar la hora a mil millas de aquí•. En el anuncio se respondía: "Yes you can. Yucatan». En esta propa– ganda se concluía con la frase «Cuando Estados Unidos es muy caro y el lejano Oriente está muy lejos. Sí, tú puedes en Yucatán». The Center for Public Integrity, «The Trading Game. Inside Lobbying for the North American Free Trade Agreement., Washington, D.C., 1993 (mimeo), pp. 105-106. 1 6 The Center for Public Integrity, «The Trading Game. Inside Lobbying for the North Ame– rican Free Trade Agreement., Washington, D.C., 1993, p. 1 (mimeo). Véase también Todd Einsenstadt, «El TLC o los límites del cabildeo., Este País, N° 30, septiembre de 1993, pp. 10-15. 17 The Center for Public..., op. cit., p. 26. Y Charles Lewis y Margaret Ebrahim, «Can Mexi– co and Big Business USA Huy NAFTA?, The Nation, 14 de junio de 1993, p. 835. 18 The Center for Public Integrity, op. cit., pp. 17-18 19 Fernando Solana, "Ba lance y perspectivas del decen io 1981 -1990., en César Sepú Iveda (Comp.), La política internacional de México en el decenio de los ochenta, México, Fondo de Cultura Económica, 1994, pp. 561-565. 20 Ibid, pp. 561 -562. 21 Fondo Monetario Internacional, Direction ofTrade Statistics Yearbook, 1995, pp. 307-308. 22 En una entrevista con Nathan Gardels en 1991, Salinas de Gortari afirmó lo siguiente: «Cuando usted está introduciendo una reforma económica tan fuerte, debe estar seguro de que construye el consenso político alrededor de esto. Si usted está, al mismo tiempo, introduciendo una drástica reforma política adicional, usted puede terminar con ningu– na reforma. Y nosotros queremos tener reforma, no un país desintegrado». New Pers– pectives Quarterly, Winter 1991, p. 8. 2J Excélsior, 17 de septiembre de 1989, 1a. plana ss.
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