América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
244 El segundo capítulo giró en torno a los temas de comercio, inversiones y desa– rrollo sustentable, recogiendo propuestas referidas al fomento de la prosperidad por medio de la integración económica y el libre comercio, consolidación de la economía de mercado, a través de las privatizaciones y la extensión de los bene– ficios del crecimiento, conservación del medio ambiente, reforzamiento de la educación primaria y la salud, adopción del concepto de regionalismo abierto y apoyo a los procesos de integración, apoyo a la pequeña y mediana industria, y derrota a la pobreza y la discriminación. El acuerdo más importante surgido de esta reunión fue la constitución de una zona de libre comercio hemisférica (AFTA, en sus siglas en inglés) para el año 2005, cuyas negociaciones comenzarían en marzo de 1995. Quedó pendiente un acuerdo más profundo sobre los temas medioambiental, laboral y mercado de capitales, cuya discusión se postergó para la próxima re– unión de ministros de Finanzas en Airle House. La cumbre fue satisfactoria para Chile, ya que logró incluir todos los temas que le interesaban y recibió un fuerte respaldo al ser invitado a participar en el NAFTA. Relaciones con el continente europeo Europa sigue siendo relevante para la política exterior chilena: las relaciones políticas se sustentan en valores compartidos, se mantiene un flujo importante de cooperación y la UE es uno de los dos megamercados más importantes para Chi– le. Por ende, resulta prioritario buscar algún tipo de asociación más estrecha que permita atenuar el impacto de tendencias proteccionistas presentes en el accio– nar europeo". La UE es el principal comprador regional de productos chilenos. No obstante, las exportaciones han ido disminuyendo debido a la apertura y crecimiento de otros mercados, a factores derivados de la propia integración europea, a la crisis económi– ca de la región y a que la oferta está concentrada en unos pocos productos'2. Las dificultades en el acceso de los productos chilenos al mercado europeo se deben fundamentalmente al escalonamiento de los aranceles, que se traduce en una protección mayor para aquellos productos más elaborados y, por consiguien– te, hace perder competitividad a aquellas exportaciones que Chile tiene interés en f.omentar. Lo mismo sucede con las medidas no arancelarias (precios de refe– rencia, aranceles estacionales, licencias y cuotas). Durante los últimos años se
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