América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

225 negociaciones conducentes a la adhesión de Chile al NAFTA, después de dos años sigue pendiente el otorgamiento del mandato de vía rápida fast track del Legislativo estadounidense para hacer viable esa negociación. En todo caso, tanto la incorporación de nuevos países al NAFTA como la forma– ción gradual del ALCA tienen implicaciones muy distintas para cada país latino– americano. Si en los casos de México, América Central y el Caribe se trata de instru– mentos que pueden regular una integración de hecho, en el caso chileno se trataría de un instrumento para facilitar unas relaciones comerciales que se dan en un con– texto de considerable diversificación del comercio exterior, asumiendo un carácter más bien complementario en una estrategia de inserción internacional que incluye también otras prioridades de relevancia similar o incluso superior, como la asocia– ción al Mercosur, la consolidación de vínculos con el Asia-Pacífico,?, la negocia- ción de un posible acuerdo de libre comercio con la UE. '~" - Las incertidumbres sobre los acuerdos económicos hemisféricos tienen su co– rrelato en el ámbito hemisférico. Por cierto, se observa un consenso hemisférico sobre la legitimidad de los sistemas políticos democráticos y los modelos de eco– nomía de mercado entre los Estados Unidos, Canadá y América Latina, como lo señala José Morandé en este volumen. También existen preocupaciones compar– tidas sobre temas generales como la protección del medio ambiente, el narcotrá– fico o la pobreza. Han sido estas coincidencias las que han permitido una cierta renovación de la Organización de Estados Americanos (OEA). Sin embargo, es igualmente obvio que subsisten una serie de diferencias de enfoque entre los países del hemisferio en temas tan sensibles como la seguridad regional, la pro– moción de la democracia, los mecanismos para la protección de los derechos humanos, etc. No se trata de desestimar el significativo consenso general que existe en el ámbito hemisférico, sino simplemente de recordar que hay una evi– dente brecha entre la retórica y la práctica en este campo. CONCLUSiÓN: HACIA UN REGIONAUSMO ABIERTO En el pasado, muchas veces se observó una tendencia a considerar los enfo– ques sobre el regionalismo latinoamericano y el regionalismo hemisférico como mutuamente excluyentes 9 • Los partidarios de la integración y la cooperación lati– noamericana la consideraban como una alternativa frente a la hegemonía estado– unidense, mientras que los Estados Unidos miraban con recelo las iniciativas orien-

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