América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

198 primer trimestre de 1995, demuestran el interés manifiesto de Centroamérica por aumentar sus vínculos con los socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA en sus siglas en inglés). A ello se sumaron los contactos con la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom), tendientes a concertar acciones en la Cumbre de Miami y también -y más importante aún- orientados a crear la Comunidad de Estados del Caribe y la América Central, la reactivación de las negociaciones con el Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela) y la decisión de realizar un segundo encuentro con México en San José (Tuxtla 11), durante 1995. Tras un cuatrienio caracterizado por el predominio de una agenda marcada– mente económica, los gobiernos centroamericanos han comprendido la necesidad de concertar una estrategia que les permita enfrentar los desafíos del fin de siglo de manera integral. La adopción del desarrollo sostenible como principio rector de este esfuerzo y, más concretamente, el reconocimiento de parte de los gobiernos del istmo de que existe una interdependencia directa e irrevocable entre crecimien– to económico, justicia social y respeto a la naturaleza, es expresión inequívoca del advenimiento de una etapa de enormes oportunidades para toda la región. La transformación y ampliación de la agenda centroamericana, la reorienta– ción de los procesos integrativos y la voluntad de los presidentes de vincular al istmo con el mundo por medio de una activa gestión internacional, tiene al me– nos ci nco expl icaciones pri ncipales: -La maduración paulatina del proceso regional iniciado en las negociaciones de Esquipulas, que se ha ido afianzando a medida que se normalizan las relacio– nes políticas al interior de los países centroamericanos y se pone fin a los conflic– tos armados internos. -El advenimiento de nuevos gobiernos en Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá y, por consiguiente, la llegada de mandatarios con visiones novedosas sobre el rumbo general que debe seguir el proceso regional. -El consenso de los gobiernos centroamericanos de que en un mundo de me– gabloques y de prioridades internacionales trastocadas por el fin de la guerra fría, sólo mediante una vigorosa iniciativa centroamericana basada en temas de inte– rés estratégico para los países desarrollados es posible recuperar espacio para la asistencia y la cooperación en la comunidad mundial. -La apremiante situación económica y social de los países del istmo, muy empobrecidos por el ajuste estructural, el militarismo, la corrupción, la baja pro-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=