América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

195 por medio de la declaración conjunta de Centroamérica y Estados Unidos (CON– CA-USA) y la de la Cumbre de las Américas en Miami, aquella alianza se ha convertido en el principal instrumento y marco de referencia conjunto de los países centroamericanos de cara al año 2000. Constituye un plan de acción en seis áreas críticas: inversión social, equilibrio macroeconómico, gobernabilidad, comercio, medio ambiente y respeto por la diversidad cultural y étnica. Es también un intento por dotar a Centroamérica de una estrategia capaz de atender a un tiempo las demandas de corto plazo de una región carcomida por la pobreza, sin menoscabo de otras metas de más largo aliento, como el desarrollo de una cultura política pacífica y democrática sólida– mente enraizada en la efectiva participación de la sociedad civil en el proceso de toma de decisiones. Centroamérica proyecta su futuro a partir de la Alides. Ésta es definida como el instrumento que permitirá insertarse en el próximo siglo. El desarrollo de la alian– za parte del convencimiento de que únicamente la concertación, la tolerancia y la justicia pueden hacer sostenible la democracia. ~ólo es posible alcanzar la gobernabilidad por medio de la democracia, fundamento esencial de la legitimi– dad, legalidad y moralidad de los gobiernos. Al concepto central de la democra– cia se unen los generados respecto al desarrollo económico y social y al medio ambiente. La Alides es definida como una iniciativa de políticas, programas y acciones a corto, mediano y largo plazo que delinean un cambio en el esquema del desarro– llo. Es una estrategia regional de coordinación y concertación de intereses, de iniciativas de desarrollo, responsabilidades y armonización de derechos. Expresa la voluntad política regional y busca reforzar los mecanismos e instrumentos de integración existentes. En este sentido, ratifica y amplía los compromisos de inte– gración para alcanzar el desarrollo sostenible. Los Presidentes centroamericanos definen el desarrollo sostenible como «un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, que lo colo– ca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo, y que se sustentan en el equilibrio ecológico yel soporte vital de la región. Este proceso implica el respeto a la diversidad étnica y cultural regional, nacional y local, así como el fortalecimiento y la plena partici– pación ciudadana, en convivencia pacífica y armonía con la naturaleza, sin com-

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