América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
194 reconocimiento de que la sociedad civil debe jugar un papel protagónico en el plano regional constituye una novedad sin precedentes en Centroamérica. -Fortalecimiento del Banco Centroamericano de Integración Económica, im– portante institución financiera de larga experiencia, como eje principal del es– fuerzo modernizador, por medio de la incorporación de socios extrarregionales (Argentina, Colombia, México, Taiwán) y de la creación o capitalización de fon– dos especiales para el desarrollo. No obstante los importantes avances logrados en este período, la principal lección aprendida en el cuatrienio 1990-1994 fue que la normalización política era un proceso que no se agotaba en un acto. De hecho, tras más de una década de guerras civiles, intervencionismo extrarregional y profundas crisis económi– cas, las demandas de sociedades en transición -incluidas las poi íticas- requerían de una atención prioritaria que no podía postergarse en aras de una ilusión eco– nomicista. En efecto, agobiadas por el peso intransferible de su recién pasada crisis, y por una pobreza que aumentó a medida que se ponían en marcha los dolorosos ajustes estructurales, las sociedades centroamericanas inauguraron sus democracias bajo el signo de la ingobernabil idad s . Fue en las sociedades más conmocionadas por la violencia -El Salvador, Ni– caragua y Guatemala- donde este fenómeno se presentó con mayor gravedad. La desmovilización de importantes contingentes de antiguos soldados y guerrilleros en las dos primeras, y la continuidad del enfrentamiento armado interno en Gua– temala, al tiempo que continuaba el frágil experimento democrático en el último tercio de la administración de Cerezo y en las de sus sucesores (Jorge Serrano Elías y tras su fallida intentona golpista, Ramiro de León Carpio), impidieron una normalización rápida de las condiciones políticas en estos países. Al carecer de recursos suficientes -tanto financieros como institucionales- para dar cumpli– miento satisfactorio a los acuerdos de paz, los gobiernos no pudieron evitar que la inestabilidad se mantuviera; y con ella la ansiada reactivación económica no se produjo. De la integración al desarrollo sostenible 6 La suscripción de la Alides durante la Cumbre Ecológica de Managua, en oc– tubre de 1994, marcó el inicio de una fase sin precedentes en la historia centro– americana contemporánea. Abonada por los compromisos del Volcán Masaya y la Conferencia Internacional de Paz y Desarrollo de Tegucigalpa, redimensionada
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