América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

167 cubana. El propio Campbell, sin ocultar su optimismo, vaticinó que los vínculos entre los dos países ((serán más estrechos» en el futuro cercano. En el mismo sentido, durante la cumbre de Bariloche los ministros Relaciones Exteriores de los dos países admitieron haber hecho (avances positivos)) hacia un mecanismo de capitalización de la deuda 26 • En suma, el interés nacional definido en términos económicos volvió a tener tanto o más peso a la hora de las decisiones que las consideraciones estrictamente políticas o los intereses personales. LAS RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS Desde el momento de la toma de mando de Menem, la relación con Estados Unidos ha sido una de las dos «ruedas maestras)) (la otra es la integración sub– regional) de la política exterior. El perfil de alineación político-diplomática con ese país y el conjunto de la alianza occidental adoptado a partir de 1989 no sufrió ningún cambio luego de la victoria demócrata en las elecciones presidenciales norteamericanas de 1992 27 • Al contrario, en estos últimos tres años, el gobierno de Menem dio el punto final a un conjunto de temas que en varios momentos de una ( historia de desconfianzas)) -para usar palabras de Tulchin- había enturbiado las relaciones entre Buenos Aires y Washington. Entre ellos se destacan las ya mencionadas desactivación del proyecto Cóndor 11, la ratificación de Tlatelolco y la adhesión al TNP. Despejada de estos temas altamente conflictivos, la agenda bilateral transitó en un marco de «(normalidad)) por otras cuestiones, que no siempre encontraron a los dos gobiernos (o países) en posiciones coincidentes. Los temas principales que dieron lugar a diferencias fueron la política comercial de Estados Unidos, la nueva ley de patentes medicinales de Argentina y la forma de hacer frente al terrorismo y el narcotráfico. Las cuestiones comerciales cobraron particular relevancia, tanto por el aumento del flujo del intercambio bilateral como por el impacto de la política agrícola de Washing– ton sobre el comercio argentino, en el que los productos de origen agropecuario ocupan un lugar de creciente importancia 28 • Esto explica la posición activa asumida por el gobierno argentino en favor del cumplimiento de los acuerdos de liberaliza– ción del comerci0 29 • En respuesta, la administración Clinton adoptó una actitud dila– toria y poco flexible, escudándose en el pretexto del proteccionismo europeo y en la necesidad de encarar una discusión más amplia en el ámbito del GATT.

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