América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
160 sión al mismo en Washington y se manifestó por el apoyo a su extensión indefini– da, posición que mantuvo durante la Conferencia de Revisión y Extensión del tratado que se desarrrolló en Nueva York, entre abril y mayo de 1995. Con estos pasos, el gobierno de Menem abandonó de manera drástica la tradicional oposi– ción a un Tratado que siempre se había considerado «asimétrico y discriminato– rio», posición que «fue un axioma dentro de la poi ítica nuclear argentina»9. Los argumentos que utilizó para fundamentar la necesidad de este cambio en su pro– puesta al Congreso reunieron razones de principio y de interés: que la adhesión al TNP concluiría un ciclo de creciente transparencia de la política nuclear argen– tina, incrementaría la confiabilidad del país y afianzaría su compromiso con la paz y seguridad mundiales; que luego del Acuerdo Cuatripartito con Brasil, la ABACC y el OlEA y de la ratificación deTlatelolco, la adhesión "al TNP no impli– caba obligaciones adicionales; y finalmente, que esta medida eliminaría las res– tricciones y prohibiciones de los países desarrollados a la transferencia de tecno– logía a Argentina y abriría, por consiguiente, nuevas posibilidades de coopera– ción internacional en el campo nuclear. En este último sentido, cabe señalar que como resultado del conjunto de me– didas apuntadas, los países más avanzados tecnológicamente han eliminado res– tricciones y prohibiciones que impedían la transferencia de tecnología a Argenti– na. Por su parte, las empresas argentinas han encontrado un terreno más allanado para concretar sus emprendimientos externos 10. Asimismo, Argentina pudo firmar importantes acuerdos de cooperación nuclear con Estados Unidos (agosto de 1992), francia (abril de 1994) y Canadá (junio de 1994) y mantiene conversaciones avan– zadas en igual sentido con Japón, el Euratom y la Agencia de Energía Atómica de la OCDE. Por último, y siempre en materia de no proliferación, Argentina anunció ofi– cialmente ante la Junta de Gobernadores del OlEA en diciembre de 1992 su ad– hesión formal al Grupo de Países Proveedores Nucleares (GPPN) o Club de Lon– dres, en virtud de haber incorporado a su legislación interna las directrices de ese grupo para el control de las exportaciones sensitivas. Luego de algunos pasos de aproximación, Argentina fue admitida como miembro pleno del GPPN en marzo de 1994. Además, en diciembre de 1992, ingresó como miembro pleno al deno– minado Grupo Australiano, que establece controles en materia de exportaciones de sustancias químicas y biológicas" En otro orden de temas, la participación en las misiones de paz de la ONU y la
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