América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
130 nivel mundial 33 • La suma otorgada a la región aumentó de manera sostenida hasta llegar a un total de 463 millones de dólares en 1991 i durante el cual se aprobó una serie de proyectos relacionados con los Préstamos de Ajuste Estructural (SAL), en el marco del «reciclaje de capital ». Desde entonces, se observa una disminu– ción importante. Los préstamos concesionales se concentran en Brasil, México y Perú, y la mayoría de ellos se dirige a las esferas de infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones, y agricultura. La distribución de la donación y la asistencia técnica está mucho más diversificada. La importancia relativamente alta de la asistencia técnica en la AOD se debe a Brasil, México y Paraguay, que son los principales receptores de la AOD japonesa a nivel mundial. Estos tres figuran entre los primeros diez países más importantes beneficiarios de esta categoría de asistencia a nivel global. Involucra una amplia gama de actividades, desde agricultura, silvicultura, pesca, salud, medio ambien– te, transporte, telecomunicaciones, recursos humanos, hasta administración pú– blica. Las donaciones, que también cubren una diversidad de actividades, mues– tran una ponderación alta en los países centroamericanos. Para crear flujos comerciales y de inversión recíprocos más dinámicos se tie– nen que dar soluciones concretas al grave problema de la insuficiente capacita– ción de la mano de obra, limitada tecnología y deficiente infraestructura que se advierte en muchos sectores de las economías latinoamericanas. Como muestra la experiencia, la asistencia técnica y la cooperación económica de Japón han puesto hincapié en la competitividad «sistémica» del sector productivo, que invo– lucra mejoramientos en varios frentes -desde la innovación tecnológica en los sectores industrial, minero, agrícola y de la comercialización, las pequeñas y medianas empresas, la infraestructura 34 , telecomunicaciones, hasta el medio am– biente- que respaldan al comercio. Por lo tanto, América Latina y el Caribe deberían aprovechar más eficazmente los distintos mecanismos de cooperación económica japonesa. Hay muchas ne– cesidades y posibilidades de proyectos que podrían realizarse a través de las dis– tintas modalidades que ofrece la AOD japonesa 3S • El eficiente aprovechamiento de estos mecanismos, por otra parte, depende principalmente de la capacidad de gestión de proyectos por parte de los países de la región, razón por la cual se hace imprescindible que las naciones de América Latina y el Caribe conozcan mejor los esquemas y los organismos correspondientes antes mencionados, con el obje– to de elevar la competitividad sistémica.
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