América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
127 canas crecieron explosivamente, a la par con los bonos 24 , los inversionistas japo– neses han invertido muy poco en los mercados de valores emergentes. Se estima que éstos representan menos del 2 por ciento de los valores extranjeros en manos de los inversionistas japoneses y cerca del 0,2 por ciento de los activos totales 2s • Pese a que ellos reconocen el mejoramiento de la solvencia crediticia de varios países latinoamericanos, han orientado hacia esta región una proporción insigni– ficante de sus inversiones en valores. La inversión en acciones latinoamericanas se ha efectuado, mayoritariamente, a través de fondos de inversiones en un país específico y, en el último tiempo, en títulos de depósitos estadounidenses (Ameri– can Depository Receipts). En cuanto a préstamos bancarios, los bancos japoneses, como los de otras nacionalidades, se han comportado con mucha cautela y no parecen estar dis– puestos a reanudarlos en gran escala a la región. Los préstamos pendientes de bancos japoneses a América Latina y el Caribe se contrajeron de 35 mil millones de dólares en 1988 a 16,9 mil millones en 1992; es decir, se redujeron a menos de la mitad en el período 1988-1992 26 • Las instituciones financieras niponas han sido poco sensibles a los incentivos ofrecidos por el gobierno japonés para au– mentar sus préstamos a América Latina y el Caribe. Por un lado, se podría pensar que la mejora en las bases de la economía japone– sa podría estimular los flujos hacia América Latina y el Caribe. Además, una imagen positiva de la región -gracias a la apertura de sus mercados, la búsqueda de una inserción competitiva en los flujos internacionales de comercio y de inversión, y sus procesos de integración regional y subregional- podría ampl iar el atractivo para los inversionistas japoneses. Por otro, es poco probable que haya una bonanza en las corrientes de capital hacia la región, dado que ellos prefieren créditos de buena calidad y han tenido una postura cautelosa en cuanto a la concentración crediticia de América Latina y el Caribe. Del mismo modo, hay pocas posibilidades que los inversionistas japoneses desplacen el centro de interés de su inversión desde las dinámicas economías de Asia hacia América Latina y el Caribe. Préstamos oficiales Los flujos financieros oficiales de Japón a América Latina y el Caribe han sido canalizados por diferentes agencias en distintas formas, incluyendo: préstamos directos del Banco de Exportación e Importación de Japón (EXIM Bank); asisten– cia a través de la Agencia de Cooperación Económica de Ultramar (OECF), que
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=