América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996
125 de IED, estimulada principalmente por la marcada apreciación del yen, el incre– mento de los costos de la man? de obra en el país y las crecientes restricciones comerciales (Estados Unidos y Europa), lo que indujo a las empresas a buscar bases de producción en el exterior. Así, el flujo de la IED de Japón alcanzó en 1989 un nivel máximo de 67,5 mil millones de dólares (valores declarados). En la siguiente década, la IED japonesa en el exterior ha mostrado una tendencia de– creciente (Cuadro 5). Al término del año fiscal 1994 (marzo de 1995), casi el 44 por ciento del total de la IED acumulada correspondía a América del Norte, en tanto que Europa y Este y Sudeste de Asia representaban el 19 Y 16 por ciento, respectivamente. Se aprecia un aumento muy marcado en las corrientes a Asia. Por su parte, América Latina y el Caribe como destino fue responsable del 11,9 por ciento de la IED total acumulada. Conforme a la mayor captación en los años recientes de IED por parte de los países de la región 16 , las corrientes de la inversión japonesa hacia AU C mostraron una recuperación 17 , con un total de 2,7 mil millones de dólares, 3,4 mil millones y 5,2 mil millones (declarados) en 1992, 1993 Y 1994, respectiva– mente, niveles no tan distintos al promedio de 4,1 mil millones observado en el período 1989-1991 18 • No obstante, en general, para Japón como país inversionista, la liberalización de las reglamentaciones para inversiones, el proceso de privatización y el estable– cimiento de mecanismos de conversión de la deuda externa no constituyeron incentivos suficientes para sus inversiones. Según los sectores recipientes, en Europa y América del Norte las manufactu– ras representan aproximadamente entre el 20 yel 30 por ciento de la cartera de la IED, mientras que en el Este y Sudeste de Asia la parte correspondiente a las manufacturas rebasa el 40 por ciento. En el caso de América Latina y el Caribe, la inversión en los sectores manufactureros es reducida (15 por ciento del total) y dominada por las asociadas al hierro y los minerales y equipos de transporte. En cambio, la inversión japonesa en la región sigue fluyendo preferentemente hacia los paraísos fiscales o países de "bandera de conveniencia»'9. A fines de marzo de 1995, la cifra acumulada en manufacturas alcanzó aproximadamente los 8,5 mil millones de dólares, la mayoría de los cuales se ubica en Brasil. Esto contrasta con la cifra correspondiente a Asia, que llegó a 34 mil millones, con una diversi– ficación muy amplia en cuanto a los países receptores 20 . Lo anterior indica que la región no ha constituido una base importante de producción para los fabricantes
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