Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida

rente o la condición de no nacido. Obsérvese que el dere– cho, en cada uno de estos casos, está ligado a la capaci– dad de cada uno de los representados a tener necesida– des y deseos, los cuales legítimamente debieran ser satisfechos. Calidad de vida Si bien el complejo temático"calidad de vida" -que goza actualmente de extraordinaria popularidad- pudiera tra– tarse junto con los dilemas en el campo de la salud, su relevancia bioética procede de las múltiples disciplinas que interpela. Ha de distinguirse entre precondiciones de la ca– lidad de la vida, como pueden ser el estado económico de la nación, el avance de las tecnociencias y la infraestructu– ra material, de la calidad de vida como fenómeno subjetivo y bienestar individual. Se habla, a veces, de calidad de vida objetiva versus subjetiva. La discusi6n se centra a veces en el significado real de las precondiciones objetivas. Aunque en un país exis– tieran excelentes recursos de salud es probable que ellos no sean igualmente accesibles a todos sus ciudadanos. Es pertinente distinguir entre la disponibilidad potencial y la disponibilidad real. Esa tensión es ya una tensión ética, pues pueden colisionar las nociones sobre lo"debido" y lo "po– sible". La justa distribución de los recursos y medios in– cide sobre la calidad subjetiva de la propia vida. Es fácil suponer que una persona desdasada o marginal esté más expuesta a sufrir más en su estado de salud y por ende tenga peor calidad de vida que otra con mucho prestigio social. Esta evidencia está disponible también para so– ciedades animales, en las cuales la pérdida de status lle- 72

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