Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida

mos llamar "imaginación moral", pues se precisa imagi– nación para representarse a seres que no vemos ni oímos, que estarán en unas circunstancias distintas de las nues– tras y que probablemente no entenderán lo nuestro. La imaginación moral, que es casi una forma de inteligen– cia, es la base de la simpatía y la empatía y el fundamen– to de la conciencia solidaria que ampara lo legítimo por ser dialógico. Especiales problemas plantea el tema de la fertiliza– ción asistida, que desde el nacimiento del primer "bebé de probeta" en 1978 hasta hoy agrega nuevos dilemas a la medicina. Por la naturaleza de las técnicas empleadas actualmente, la certidumbre de un embarazo para una pareja estéril que recurre a métodos de asistencia depen– de de implantar más de un embrión. Un tema que así aparece tiene que ver con la preservación de éstos y, even– tualmente, con la forma de disponer de ellos en caso de que los "progenitores" ya no los deseen, o hayan muer– to, o estén satisfechos después de un intento. No menos interesantes son los casos de "arriendo de úteros", así lla– mados por la prensa, en los que una mujer gesta embrio– nes que no le pertenecen y entrega el bebé después del parto a los "mandantes". Casos ha habido en los cuales la "madre substituta" se niega a entregar el producto de la concepción por el lazo afectivo que contrae con él du– rante la gestación. Como otros temas relacionados con la dignidad y la individualidad humanas, los que plantea el complejo es– cenario de la salud reproductiva son, además de desafíos morales, desafíos emocionales. Brindan una excelente oca– sión para plantear el eterno problema de las relaciones entre moral y sentimiento. 63

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