Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida

para obrar de acuerdo a una elección propia. La autonomía se prueba en las opciones escogidas y por ello la potenciali– dad de tenerla, si bien importante, se limita o restringe en numerosos casos. Por ejemplo, una información insuficien– te o inadecuada impide una elección autónoma, por más que se reconozca la autonomía del individuo en general. Una transitaria incapacidad, por ejemplo un trastorno de– presivo, puede comprometer la autonomía decisional de una persona sin modificar el respeto debido a ella. Normalmen– te, lo que se juzga al considerar la autonomía es el grado de intencionalidad de los actos, la comprensión que de ellos tiene el agente y la ausencia de coerciones o limitaciones. La autonomía no se opone al respeto a la autoridad ni a la obediencia a la norma social. Si alguien decide seguir las directrices de una iglesia o de un partido político está optando por ejercer su autonomía acotándola en aras de una creencia, una causa u otras personas. Es inapropiado confundir la autonomía con el individualismo. El respeto por la autonomía de las personas en tanto agentes morales capaces de decisiones informadas es cen– tral en el diálogo bioético. Sólo el permiso otorgado por alguien puede legitimar una acción que le involucre. El valor de las personas es incondicional y ello obliga a con– siderarlas fines, no medios, con la libertad de vivir y deci– dir libres de interferencias. Immanuel Kant y John Stuart Mill se cuentan entre los filósofos más influyentes en rela– ción al principio de respeto de la autonomía. Beauchamp y Childress formulan el principio en forma negativa: "Las acciones autónomas no deben estar sometidas a limitacio– nes contralaras por otros". El principio encuentra aplicación en reglas de conduc– ta, como "respetar la privacidad de otros", "decir la ver- 52

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