Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida

fían en que los cuatro principios, como el alfabeto elemen– tal de la molécula de ADNI, adecuadamente combinados, puedan reflejar la miríada de situaciones y complejidades de la vida social. Es improbable que eso ocurra. Si ocurrie– ra, tampoco significaría un avance, toda vez que la deci– sión ética debe tomar en consideración el aporte de las cien– cias sociales empíricas, el impacto de las emociones, la influencia de la cultura y el cambiante escenario del cono– cimiento científico. En nuestra discusión todo esto ha de tenerse presente. Conexo con lo anterior está el problema de determi– nar exactamente qué significa un principio determinado. Bajo el término autonomía, un utilitarista entendería la li– bertad de darse a sí mismo normas y acceder a ciertos bie– nes. Para alguien inspirado por la deontología clásica (doc– trina de los deberes), autónomo es el acto que se realiza en concordancia con las demandas de la razón impuesta por la inmutable ley moral. El mismo acto, y aun semejante intención, podría por ende valorarse diferentemente se– gún el concepto de autonomía que se escoja. 1 ADN, ácido desoxirribonucleico, material fundamental de los cromosomas y con ello de la herencia genética. La comparación se basa en que la codificación de las proteínas orgánicas se realiza, en el ADN, mediante cuatro bases: adenina, timina, guanina y citosina. Este código permite expresar toda la diversidad de las estructuras biológicas hereda– bles. 50

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