Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida

culturalmente plurales. En ellas, la desconfianza mutua, especialmente hacia quienes detentan poder, obliga a con– fiar en las reglas y las normas, dejando espacio reducido a la discrecionalidad. John Ladd ha llamado a esta confian– za en la seguridad de la norma "legalismo". El problema del pluralismo es también de conocimiento Pocas veces se destaca que el pluralismo de las sociedades contemporáneas no es sólo de convicciones morales. Tam– bién es evidente un pluralismo epistémico e informativo. Con ello se indica que no todos los miembros de una co– munidad "saben" lo mismo ro tienen acceso a las mismas informaciones. O, si lo tuvieren, no las interpretarían de forma pareja. La especialización y la temificaCÍón antes aludidas son causa y consecuencia de este pluralismo epistémico. Las dis– ciplinas científicas contemporáneas se caracterizan por ela– borar discursos específicos, cada vez más exactos, cuyos términos solamente tienen sentido para quienes están fa– miliarizados con ellos y con la teoría que les sustenta. En realidad, la "significación" de un término cualquiera en una ciencia es la posición que él ocupa en la totalidad de sus enunciados y es incomprensible sin conocer o al me– nos barruntar esta totalidad. Por otra parte, algunos tér– minos de la lengua natural, al ser adoptados por las disci– plinas científicas, suelen revestirse de significaciones especiales, que nada de común guardan con el uso corrien– te, excepto tal vez sus connotaciones afectivas. Singular dificultad tienen las ciencias llamadas humanas o socia– les, pues empleando una terminología técnica usan para 39

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