Bioética: el diálogo moral en las ciencias de la vida
tos fueron decisivos en tal sentido. La misma fundación del Royal College of Physicians en 1518 estuvo acompa– ñada del deseo de proteger la vida y el bienestar de los enfermos bajo un control ético de los miembros de la pro– fesión médica. Bajo el término ética médica, sin embargo, básicamente se ha entendido un conjunto de normas de comportamiento para los miembros de la profesión en sus relaciones con quienes demandan sus servicios y en las que mantienen entre sí. Como tendremos ocasión de exa– minar, el movimiento bioético ha ampliado considerable– mente el número de interlocutores válidos en materias de ética y, sobre todo, la posición de los profesionales y ex– pertos en su trato con quienes no lo son. Por eso, cabe con– siderar la aparición de la bioética como un fenómeno pro– pio de las últimas décadas. El término fue empleado por primera vez en Estados Unidos. Pronto se extendió a otros países, adquiriendo a veces connotaciones especiales debido a algunos de sus cultores. En 1974 se aborda en el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, una temática bioética relacionada con la medicina. En muchos centros europeos las antiguas cá– tedras o institutos de historia de la medicina y de las cien– cias reorientan su actividad hacia la bíoética, la que así se convierte en la disciplina fundamental de las llamadas "humanidades médicas". En América Latina, el trabajo pionero de José Alberto Mainetti en La Plata, Argentina, Alfonso Llano, en Bogotá, Colombia, Armando Roa, en Santiago de Chile, además de muchos otros, conduce a diversas formas de institucionalización dentro y fuera de las universidades tradicionales. Los colegios y asociacio– nes profesionales, si bien confundiendo la bioética con una extensión de la ética convencional (en medicina, por ejem- 14
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