Proposiciones para una teoría de la medicina

complejidad cuantitativa y no de principios de operación es una pregunta a explorar. La investigación fundamental nos ha indi– cado ya los términos del problema. Nos indica, por ejemplo, que el funcionamiento del sistema nervioso es esencial para un comportamiento humano. Pero no nos señala hasta ahora ningu– na especificidad correlativa. Si bien sabemos acerca de la bio– química del pensamiento y de la fisiología de la emoción, no existe entre ambos niveles del análisis un isomorfismo de tal naturaleza que nos permitiera especificar una serie de fenóme– nos conociendo la otra. Y aun dentro del estudio del hombre, aunque todos los hombres comparten muchos rasgos biológi– cos, todavía es menester considerar las variaciones entre ellos, que son también legítimo tema de indagación. Las ciencias sociales han centrado su atención predominan– temente en las variaciones, individuales y culturales. La pers– pectiva biológica busca en cambio las similitudes. Ello explica que el más reciente avance de éstas se haya dirigido a buscar, allende la diversidad, aquellos principios básicos con vigencia en todo individuo, de cualquier especie, y en todo grupo o comunidad, animal y humana. No es demasiado novedoso ob– servar que las concepciones occidentales sobre la naturaleza humana son muy vulnerables a los cambios de perspectiva acerca del mundo viviente. Desde las teorías humorales, de los elementos y de la distribución de los climas hasta el darwinis– mo, el mendelismo, la ecología, la etología y la sociobiología, toda teorización sobre el mundo orgánico ha incluido también al hombre y su condición "natural". De vez en cuando, una postura extrema o una simple formulación demasiado combativa des– pierta sentimientos de amenaza y reabre cruzadas polémicas. En ellas, como en "Alicia en el país de las maravillas", todos ganan y todos deben tener premio. Lo que en síntesis significa que los lenguajes empleados siguen siendo irreconciliables. Ya hemos 96

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