Proposiciones para una teoría de la medicina
que la medicina profesional iatrotécnica piense (Lolas, 1990a; Spilker, 1990). EL SISTEMA DE LA MEDICINA IATROTÉCNICA (BIOMEDICINA) Observábamos que con la medicina ocurre algo semejante a lo que acontece con la meteorología. Todo el mundo escucha los pronósticos; todo el mundo desconfía de ellos. Todos consultan médicos cuando la ocasión lo requiere. No todos confían en ellos. La compliance --esto es, el acatamiento de las indicacio– nes terapéuticas- es baja, especialmente en algunas condicio– nes crónicas. Las discrepancias en indicaciones y en niveles apropiados para intervenciones son flagrantes. Los resultados de encuestas públicas revelan falta de confianza en los profesio– nales médicos. El sistema de la medicina iatrotécnica, que equiparamos aquí a biomedicina 22 , semeja una red. Ampliamente distribuido, afecta prácticamente todas las esferas de la vida, en forma desigual. Es frágil en sus detalles, poderoso en su totalidad. Este o aquel médico puede no ser bueno, pero ello no pone en entredicho la institución de la medicina. Cuando afirmamos que el rol de la medicina es brindar objetivaciones para el sufrimiento y el menoscabo, no queremos decir que cada miembro individual de la institución lo corpori– ce. Entre el investigador en ciencias básicas y el médico rural, hay multitud de formas de ejercicio profesional. Hay médicos dedicados a la práctica privada; los hay que trabajan como burócratas; los hay que fiscalizan las actividades de otros. Hay distintos especialistas, y el número de especialidades crece día a día. La función a que nos referimos, unidad procedural de la medicina como profesión, puede no encontrarse cabalmente 67
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