Proposiciones para una teoría de la medicina
modos de comportarse. Es redundante decir comportamiento ético. La eticidad pertenece al comportamiento como el calor al fuego. Podrá ser esta eticidad más o menos aceptable, anticuada o moderna, lesiva o benéfica, pero está siempre ahí, inmanente al comportamiento. Las profesiones son formas institucionali– zadas de desempeñar oficios, por las cuales un grupo de perso– nas hace pública confesión de su adhesión a una ortodoxia y a una retórica. Cuando decimos que la medicina es ciencia de acciones y no de objetos, es este aspecto híbrido el que deseamos rescatar. Por cierto que, como toda disciplina, trata con objetos. Por cierto, y es importante, trata con ellos desde una cierta perspectiva, con una cierta finalidad y de una cierta manera. De ahí podemos partir para caracterizar las acciones que constituyen lo invarian– te en la medicina. El término acción puede equipararse, para algunos fines, a comportamiento. La tradición nos obliga a distinguir entre praxis y conducta. Fue en el mismo año, 1913, que ambos términos, el alemán Handlung y el inglés behavior ingresaron al vocabulario de la ciencia (Graumann, 1980). Handlung lo tra– ducimos por praxis, behavior por conducta. Max Weber introducía el término Handlung por necesidades propias de su ciencia, la sociología, para dar cuenta de intencio– nes y motivos de los agentes sociales. Watson proponía el término behavior pensando en la determinación mecánica de la conducta por el ambiente bajo la forma de estímulos1 8 . Las finalidades eran diferentes: Weber quería una ciencia comprensiva. Watson deseaba una descripción fidedigna. Las predicciones de la primera debían hacerse en términos de vis a ¡ronte: una explicación del comportamiento por sus motivos. Las predicciones de la segunda, por vis a tergo: la conducta se puede anticipar conociendo los estímulos; los estímulos pueden inferirse de la conducta. Para el conductismo todo comporta- 47
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