Proposiciones para una teoría de la medicina

definible (disease) o del que toma en cuenta el cuerpo simbólico y la enfennedad re-presentada (sickness). Esta relatividad se retrotrae a un principio de toda percepción científica: la realidad es producto de la percepción y no su causa. Estas distinciones se extienden también al campo de la terapéutica. Existe diferencia entre curar y sanar (curing and healing), a tenor del cuerpo que es objeto de terapéutica. Como es posible mostrar, nuestros sistemas de salud están llenos de "sedicentes sanos" y "sedicentes enfennos". Algunos han sido curados por una cirugía eficaz o una droga bien indicada, pero no se sienten sanos. Y en la dimensión social existen casos en los que la curación, aparente o real, de un individuo, no va acompañada de una reinserción real de la vida comunitaria. Curar, sanar, restituir. Están allí las acciones técnicas, persona– les y rituales que juntas condicionan el proceso --que no esta– do- de bien-estar 7 . FUNCIÓN DE LA TEORÍA EN MEDICINA Una auténtica medicina teórica tiene dos funciones: heurística y constructiva, por un lado, poniendo a punto herramientas con– ceptuales para adquirir y depurar conocimientos válidos; crítica, por otro, poniendo al descubierto las inercias del hábito disfra– zado como sentido común. Es la ausencia deliberada de una vertiente humanística en la fonnación de nuestros médicos la que, paradójicamente, podría hacerlos inmunes a la crítica, inconscientes ejecutores de una artesanía limitada nunca discu– tida y nunca examinada, orgullosos defensores de una cientifici– dad rígida, a veces a medias comprendida. La somatología, que constituye la base de la medicina antaño llamada científica, es un producto histórico, un artilugio teórico que en calidad de tabula rasa debía entrar en las ecuaciones de la ciencia a 169

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