Proposiciones para una teoría de la medicina
que conjuran es cambiante, con apariencias multiformes y usos diversos. El interés es indisociable del conocimiento, al punto que no se reconoce cuando termina uno y empieza el otro. El modelo de conocimiento es la acción, por lo que se trata de oficios éticos, enraizados en la conducta, cuya eficacia está más en el acto que en el producto. Su fin no son los bienes en tanto objetos buenos sino los bienes en tanto disposiciones del alma y actos buenos. EIlocus de la eticidad, que es la acción, está entre el conocimiento puro (la ciencia) y la poiesis (el arte), esto es, entre los objetos ideales y los productos o bienes. Es transitivi– dad práxica (Lolas, 1990b). DIFERENTES FORMAS DE PRAXIS Sobre las formas que esta praxis puede adoptar, existen muchas opciones. Puede ser teleológica, estratégica. regulada por nor– mas, dramatúrgica o comunicativa (Habermas, 1987). Todas ellas se encuentran en el ejercicio de la medicina. No obstante, la más apropiada a su definición como ciencia de acciones parece ser la forma comunicativa, cuya precondición es el intercambio verbal, que refleja las relaciones de los actores con el mundo en cuanto tales. Un breve examen en relación a la comunicación publicitaria y la médica ha sido presentado (Lo– las, 1989) como punto de partida para un análisis de las diversas variedades de praxis. El segundo aspecto importante se refiere, como hemos indi– cado, a la profesionalización, gran impulsora de la ética. Los grupos profesionales aspiran a diferenciarse a través de regla– mentaciones y sanciones morales que al tiempo que los identifi– can por normas de "etiqueta" entre "colegas", los separan de otros grupos que desearan incursionar en el mismo campo de 125
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