Proposiciones para una teoría de la medicina

evolucionista, más que una teoría en una disciplina particular, es una perspectiva o, mejor aún, una metateoría. Esto es, su posición es la de una "teoría de teorías" o un marco de referencia para la construcción de toda teoría posible, estableciendo sus preguntas válidas, sus métodos apropiados. Como tal perspecti– va, no puede ni debe ser sometida directamente a prueba empíri– ca, y los excesos de la argumentación sociobiológica provienen de no haber respetado esta limitación. Su enorme potencia explicativa es al mismo tiempo la tentación de hacerla inútil a través de extremar sus predicciones. Así no hay, ni ha habido en realidad, más que debate y polémica. El punto de encuentro entre las ciencias humanas y las ciencias biológicas no se encuentra en ninguna de ellas sino más allá de ellas. Una metateoría debe evaluarse por su fertilidad para generar nuevos desarrollos teóricos e investigación interdisciplinaria razonable y aceptable. Tanto en el estudio del individuo como en el de la sociedad, lo que ahora precisamos no son más datos recogidos desde una postura sino mejores datos "neutrales". Datos que no se circunscriban sólo a un campo particular de abstracciones sino que emerjan de una metateoría que les trascienda y que apele a otros modos de abordar tanto la obtención de informa– ción como su organización y presentación. Si es cierto que argumentos plausibles pueden provenir de cualquier postura general, las "útiles ficciones" que los integrarán y validarán deberían --en calidad de perspectivas- ensanchar y no reducir la realidad que pretenden explicar o predecir. 102

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