Evaluación del aprendizaje autoconstruído: motivando la autonomía del universitario
Motivando la Autonomía . Autoevaluación del Proyecto 34 Conceptos Asociados a la Experiencia Educativa a Implementar La Autoevaluación como Zona de Desarrollo Próximo En su teoría del aprendizaje, Vigotsky (1991) consideró que el hombre no se limita a responder a estímulos sino que actúa sobre ellos transformándolos. Ello es posible gracias a la mediación de instrumentos -objetos o personas- (en nuestro caso: la autoevaluación) que se interponen entre el estímulo (resultado del ejercicio de Taller) y la respuesta (es decir: nuevo conocimiento a aplicar). El tipo de evaluación que se propone puede ser ese instrumento que, vía estimulación, transforme la consideración de ella como recurso exclusivo del docente, en un hábito de retroalimentación activa del propio desempeño. En tal sentido, cabe señalar que, para Vigotsky, la formación de significados en el individuo se produce no sólo por imitación o construcción, sino por un proceso de reconstrucción , en el cual influye, en forma clara y precisa, el medio social: “los significados provienen del medio social externo, pero deben ser asimilados -internalizados- por el individuo”. Esto implica transformar las acciones externas, sociales, en acciones internas, sicológicas. En la postura se distingue: 1) el nivel de desarrollo efectivo, determinado por lo que el sujeto es capaz de lograr por sí sólo; y 2) el nivel de desarrollo potencial, que estaría constituido por lo que el sujeto es capaz de hacer con ayuda de otra persona o de mediadores externos. La diferencia entre ambos niveles corresponde a la zona de desarrollo próximo (ZDP) del sujeto, referida a una tarea específica o dominio concreto. La postura teórica adoptada en este estudio se orienta en tal sentido. El alumno no puede evitar hacer una evaluación del ejercicio académico, por somera y autocomplaciente que resulte ser. Pero, si a “la risa o el llanto” que Mabardi señala como etapa “natural” tras la calificación docente, se aportan criterios concretos y secuenciales para que el alumno se pronuncie sobre ellos, cabe esperar una referencia más “objetiva” y en tal sentido, más fundada. Coll, C. (1998) por su parte, afirmó que la distancia entre le nivel de desarrollo efectivo y el nivel de desarrollo potencial delimita el margen de incidencia de la acción educativa. La autoevaluación formal y aplicada a todos por igual, puede parecer una acción mínima; es su carácter retroalimentador lo que le imprime relevancia, en particular al ser aplicada sistemáticamente. Según el enfoque vigoskiano la educación deberá partir del desarrollo efectivo, pero no acomodarse a él sino hacerlo progresar a través de la zona de desarrollo próximo, para ampliarlo y generar nuevas zonas de desarrollo próximo. En esta línea se inscribe también la preocupación que se recoge en este estudio por conocer el caudal del alumno y capitalizarlo durante el desarrollo de los proyectos de diseño arquitectónico.
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