Evaluación del aprendizaje autoconstruído: motivando la autonomía del universitario

Motivando la Autonomía . 130 Evaluación del Aprendizaje . que él aprenda a confiar en sí mismo y en su propio trabajo. Por tanto el ejercicio de la autoevaluación, es además una prueba de confianza que el Equipo Docente deposita en el estudiante. REFLEXIONES CONCLUSIVAS Pienso que la primera conclusión que se puede obtener, de la experiencia vivida en el Taller, relacionada con la práctica de la autoevaluación, es que puede ser una realidad. Si es bien planificada, se definen bien los objetivos y los propósitos y se ejecuta en los tiempos adecuados, sí funciona. Lo segundo es que se trasforma en una herramienta sustancial para el estudiante, por cuanto le permite ir tomando paulatina conciencia sobre “el hacer”, al propiciar una reflexión profunda sobre lo obrado. A través del autojuicio y de las conclusiones que obtiene de él, lo faculta para saber situarse en los diferentes niveles de asimilación respecto a objetivos trazados, así como también el poder realizar los ajustes necesarios para el enfrentamiento de futuras tareas. Lo tercero es que su práctica habitual, la transforma en un importante síntoma de autonomía, pieza clave en la principal finalidad del proceso Enseñanza- Aprendizaje. En cuarto lugar el tema de la evaluación, con sus derivados: auto-evaluación, co-evaluación, etc., genera un especial ambiente de participación, propiciando entre los alumnos continuas intervenciones relacionadas con los proyectos analizados. Esto, enfatiza el “clima de Taller”, en donde el aprendizaje no solo se encuentra, en el intercambio de experiencias con el Equipo Docente, sino que también en la que se puede recoger de los pares, es decir de los propios compañeros. Esta nueva modalidad, nos dio la impresión que “abrió las puertas”, hacia esta nueva “actitud”, pocas veces vista en alumnos de primer año. Finalmente y como conclusión general, podría agregar que la experiencia fue de todo punto de vista enriquecedora. No sólo a nivel de docencia en donde el objetivo final es despertar inquietudes y señalar un camino hacia el aprendizaje, sino que además, por la posibilidad de compartir un ámbito afectivo, en donde el juego de las responsabilidades y deberes, de paso a la construcción de lazos humanos. El aprendizaje siempre será más fértil, cuando persiga destruir las barreras de las diferencias, y se sitúe por sobre el nivel de lo “urgente”, depositando en “lo importante” que es el alumno, el grado de confianza necesario para que “crea en sí mismo”: autoevaluarse es valorarse.

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