Evaluación del aprendizaje autoconstruído: motivando la autonomía del universitario

Autoevaluación del Proyecto RUGIERO, A. M. et. alt. 129 utilizando cuestionarios especialmente diseñados, donde los estudiantes emitieron juicios de valor a sus propios trabajos, así como también hacia el de sus compañeros. El procedimiento que se desarrollaba el mismo día de la Entrega del trabajo, y antes de la evaluación emitida por el Equipo Docente, tenía como propósito el enfrentar al alumno a un examen de conciencia personal, evitando cualquier influencia que desvirtuara su valoración ante lo obrado. La formalización de esta experiencia, no dejó indiferentes a los estudiantes, quienes en un principio a pesar de haber sido plenamente informados sobre el objetivo de la iniciativa, reaccionaron con sorpresa, ante la nueva modalidad evaluativa. Nunca antes se les había solicitado que se evaluaran. Desde ahora y por primera vez, se les solicitaba “mirarse frente a un espejo”, el de su propio hacer, situación que les exigía entre otras cosas, una gran cuota de objetividad y ecuanimidad, apelando a la conciencia y a la madurez. La misma operación pero con cuestionarios diferentes, fue solicitada para los trabajos cooperativos (realizados en grupo), en donde la responsabilidad estaba centrada en evaluar al compañero de equipo y viceversa. La objetividad tampoco fue amenazada, por cuanto no existieron señales de querer amparar o proteger al compañero en su real desempeño para con el grupo, demostrando por el contrario ninguna aprehensión en censurarlo cuando lo ameritaba. La posibilidad de contar con diferentes estados de valoración para un mismo trabajo o ejercicio desarrollado, (auto evaluación, evaluación cooperativa y evaluación docente), apuntaba no solo a obtener una mayor certeza de apreciación del progreso alcanzado, al permitir cruzar datos e información, sino también el ir sembrando una prematura conciencia crítica en el alumno, condición esencial de ser ejercida en cualquier proceso formativo. Un aspecto de interés a destacar, es el relacionado con las comparaciones realizadas entre las evaluaciones del alumno y las docentes. No dejaba de ser interesante el conocer los resultados, en cuanto a trasuntar el grado de coincidencia o distancia existentes sobre un mismo producto u objeto de apreciación. El análisis realizado a las primeras evaluaciones (auto evaluación y docentes) realizadas en el primer período (Primer Semestre), mostraron gran distancia y una fuerte dirección divergente, mientras que las realizadas al final (Segundo Semestre), indicaban una firme tendencia al acercamiento y a la convergencia, incluso muchas evidenciando importantes coincidencias. Esto estaría indicando, que el ejercicio constante de autoevaluación como práctica habitual, incidiría de manera directa, en la toma de conciencia y madurez del estudiante, quién naturalmente al encontrarse continuamente sometido a emitir juicios de modo conciente, estaría dando las primeras bases para la construcción de su propia autonomía, a través de dos sólidos pilares como son: la objetividad y ecuanimidad. Otro aspecto a considerar, dice relación con otros dos elementos que entran en juego en el proceso de autoevaluación, pero de manera indirecta, y que apuntan finalmente hacia el camino de la autonomía: seguridad y confianza. A pesar de que no son posibles de enseñar, como Equipo Docente, creemos que es nuestro deber el generar las condiciones para que se desarrollen. Nuestra experiencia nos ha demostrado, que el dar confianza al alumno, permite

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=