Nuestros vecinos
La movilización de 1920 535 pero, como esto producía malestar en las filas de sus partidarios y creían que no se deberían manifestar reacios a participar en él, se organizó una romería patriótica a la tumba de los Padres de la Patria. 56 Gonzalo Vial por su parte señala que la movilización inventada como se preten- dió hacer creer tropezaba con algunas dificultades: «No era verosímil que el esta- blishment, por una motivación así (sacar las tropas pro Alessandri de la capital) dejara desguarnecida la capital. Y todavía con la chusma alessandrista rondando las calles en ánimo de violencia. El gobierno recibió verdaderamente informes deta- llados múltiples y alarmantísimos sobre concentraciones militares peruanas y boli- vianas, en la región fronteriza con Chile, y sobre febriles preparativos para un ataque conjunto.» Además señala Vial que «hoy podemos reírnos de las alarmas, pues conocemos haber sido ellas falsas o exageradas». Sin embargo plantea que el coronel Cabrera, hombre experimentado en lo militar y en la diplomacia, al enviar sus informes y el ministro Errázuriz al reaccionar ante ellos tomándolos en cuenta, no hacían otra cosa que cumplir con su deber. Además era muy extraño para un alessandrista como se tildaba a Cabrera, que inventara deliberadamente un peligro, para dañar a quien mas admiraba, asimismo no parecía muy hábil desde el punto de vista del gobierno mandarle en grandes cantidades recursos igualmente alessandristas , a quien se suponía podía ser adversario de éste. 57 Intereses políticos claramente estaban involucrados en la actitud del gobierno y oposición, no puede descartarse entonces en forma absoluta que fue un factor que ayudó a tomar posiciones frente al hecho que se estudia. Se puede concluir que para los efectos del grave clima político que vivía el país era conveniente para el gobier- no centrar la atención en un posible conflicto con Perú y Bolivia, para lo cual tenía antecedentes lo suficientemente contundentes para accionar como lo hizo. Por su parte la oposición también actúo por interés como lo reconoce claramente su can- didato, el declararse contrario a la movilización le habría acarreado disminuir el número de sus adherentes que en gran cantidad fueron contagiados por el clima de defensa de la patria que se instaló en la opinión pública. El riesgo de sufrir los efectos de los patriotas enardecidos como lo hizo la FECH, hizo meditar a un polí- tico como Don Arturo lo que lo hizo actuar como el mismo relata. Como lección para el futuro, como Chile lo ha vivido en carne propia, es peligroso usar expedien- tes de este tipo para resolver los conflictos internos. Sin embargo en este caso había fuerza suficiente para defender el argumento que se esgrimió. por la actitud de los países vecinos. En el campo militar la movilización deja enseñanza en todos los niveles. Por los testimonios escuchados hay un reconocimiento incluso oficial de lo mal preparado que estaba el país en lo militar para enfrentar una emergencia como la que se vivió. Los extractos de la Memoria de Guerra de 1921 que se han utilizado en este trabajo y los informes del propio Ministro de Guerra ante las cámaras hablan por si solos de la precariedad de la preparación militar. Las razones que se han esgrimido en los distintos niveles que justifican en parte esta situación pueden sintetizarse en la falta de recursos, la crisis mundial post primera guerra mundial, la escasez de terrenos de instrucción, la escasa preparación de las reservas, la no realización de ejercicios y 56 Arturo Alessandri, op.cit. p. 48 57 Gonzalo Vial, op.cit. pp.674-675
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