Nuestros vecinos
Roberto Arancibia Clavel 530 a nuestros soldados y castigar la provocación.» Decía Fernando Edwards al Minis- tro de Guerra solicitando instrucciones. 37 Este incidente demostraba lo delicado de la situación en el terreno El tema sanitario no fue menor ante la gran concentración de fuerzas que se produjo. En Tacna aparecieron los primeros brotes de tifus. Para atacar una posible epidemia se acudió a una medida drástica: «la tonsura de los cráneos de todos los reservistas y su frotamiento con una pomada mercurial. Es sabido como el piojo transmite el tifus exantemático valiéndose del cuero cabelludo 38 Con motivo de la movilización muchos de los estudiantes de medicina y farmacia fueron contratados para prestar sus servicios en el ejército, con el rango de cirujanos terceros y practican- tes primeros a fin de completar la dotación de los cuerpos movilizados, los que tuvie- ron una activa participación la que fue evaluada positivamente por los mandos. 39 La instrucción y entrenamiento para las tropas y los oficiales fue intensa en la zona de concentración de cada una de ellas, se hacían ejercicios de tiro, excursiones tácticas, marchas, reconocimientos a distintas localidades para ir paso a paso y llegar finalmente al desarrollo de las maniobras finales. A medida que pasaba el tiempo la sensación de ser objeto de una sorpresa desde el otro lado de la frontera fue disminuyendo lo que permitió que los mandos efectuaran con los recursos co- rrespondientes todas las actividades propias de un ejército profesional en campaña. La necesidad de dictar ciertas medidas de Bienestar a las tropas hizo que el Comandante de la División dispusiera la organización de un Servicio Especial para los soldados. Este servicio fue regulado por una Orden especial reservada la que reglamentaba el funcionamiento de una cadena de prostíbulos puestos al servicio del personal., la que era suplida por empresarios y con mujeres contratadas en el centro del país.»Con esta medida oficial se paliaba la reprimida ansiedad viril de una división que superaba los diez mil hombres jóvenes que invadían la ciudad.» La organización de estas casas se complementaba con rigurosas medidas de higiene para evitar la propagación de enfermedades venéreas. La ciudad se dividía entonces en tres barrios Alto de Lima, Caramollo y Callao. Los diversos prostíbulos de cada barrio fueron repartidos por unidades. La tarea fiscalizadora habían sido confiada inicialmente a los suboficiales, los que debido al entusiasmo de los soldados no pudieron controlar adecuadamente el respeto a la jurisdicción que les correspondía a las unidades por lo que muchos invadían lugares que correspondían a otras uni- dades. Así entonces se ordenó el control con patrullas montadas a cargo de oficia- les. Los interesados se inscribían y eran objeto de un riguroso examen en la enfer- mería los que les permitía obtener una tarjeta amarilla. Luego debían pasar a la contaduría donde cancelaban cuatro pesos permitiéndoles obtener una tarjeta ver- de. En estos lugares estaba prohibido el expendio de bebidas alcohólicas. Las asiladas quedaban bajo el estricto control del servicio de sanidad de la División. 40 El Teniente Braun cuenta su novedosa experiencia para hacer cumplir lo dis- 37 Informe del Intendente de Tacna al Ministro de Guerra del 17 de Agosto de 1920 en La Llamada Movilización del 20 p.200 38 Armando Braun. op. cit. p.51 39 Memoria del Ministerio de Guerra 1921,p.65 40 Orden Especial Reservada de la Primera División de Ejército en Tacna 06 de septiembre de 1920 en Armando Braun op. Cit. p.70
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