Nuestros vecinos

José A. Morandé 44 de política exterior se sustenta en la tradición democrática y desarrollo institucional de la sociedad chilena. Este esfuerzo en desarrollar y utilizar esta capacidad políti- ca por parte del Estado chileno ha estado orientado a lograr mayores grados de autonomía y legitimidad internacional, lo cual al mismo tiempo ha contribuido a generar e incrementar una relativa capacidad de maniobra en la arena internacio- nal. Por razones obvias, este recurso fue abandonado por la política exterior chile- na bajo el régimen militar hasta la restauración democrática en 1990. Es a partir de entonces cuando el Estado chileno recupera paulatinamente su presencia inter- nacional en un nuevo contexto mundial y regional con nuevos y renovados desa- fíos y oportunidades. Igualmente, en el ámbito de las distintas esferas de la estrategia económica, el Estado chileno ha buscado junto al desarrollo de la sociedad doméstica, la amplia- ción y diversidad de los niveles de autonomía nacional en la esfera internacional. No obstante la variedad de modelos de estrategias económicas seguidas por distin- tos gobiernos en el pasado, la constante de la política de Estado ha sido el esfuerzo permanente por alcanzar el desarrollo nacional e incrementar el bienestar de la sociedad chilena como un requisito más de la soberanía nacional. En la perspectiva anterior, es posible encontrar correspondencias ideológicas entre factores domésticos y externos de la política económica chilena. Es así como hasta el cambio de régimen político en 1973, las bases y principios de las estrategias económicas del país se sustentaron en un alto nivel de participación del Estado en la economía nacional y en la necesidad de los gobiernos de intervenir en los merca- dos internacionales. En otras palabras, el modelo tradicional de desarrollo a través de la sustitución de importaciones respondía a esta lógica nacionalista de la econo- mía política. Más tarde con la arremetida del régimen militar y sus reformas económicas neoliberales, la estrategia chilena ha sido desde entonces promover el libre mercado y las inversiones extranjeras en el marco de la reducción del rol del Estado en la economía doméstica y en el fomento y expansión permanente del comercio interna- cional. Por lo tanto, en la constante de la política exterior chilena de procurar el desarrollo doméstico y el bienestar de la sociedad civil como requisito de la sobera- nía nacional, el modelo actual de la economía política chilena también es funcional a esos objetivos de país, pero en el marco de procesos internos e internacionales que se sustentan en los aportes ideológicos de la perspectiva liberal y a partir de los fundamentos y factores dinámicos que encontramos en la sociedad global y crecientemente interdependiente de nuestros días. El desempeño de la economía chilena y su proyección internacional durante más de dos décadas ha sido elocuente a partir de la implementación de las reformas liberales y del desarrollo de su institucionalidad democrática. A este respecto, las cifras que entrega la Tabla 1 muestran estas tendencias de crecimiento sostenido e internacionalización de la economía chilena a niveles muy significativos. Antártico. La población de 36.648 a 15.086 millones de habitantes. Ver Almanaque Mundial 2000. Nuevo Milenio, México, Editorial Televisa, 2000. Véase también The World Almanac and Book of Facts, Mahwah, N. Jersey, World Almanac Books, 1999.

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