Nuestros vecinos
Política exterior de Chile y Argentina... 41 las economías socialistas. Sin embargo, las condiciones internacionales generadas a partir de la guerra de las Malvinas con Gran Bretaña en 1982 repercuten directa- mente en el transitorio aislamiento argentino respecto del mundo occidental y su vuelco hacia el apoyo político de América Latina y del Tercer Mundo. Esta política latinoamericanista y tercermundista, aun en el contexto de Guerra Fría, se profun- dizará con un nuevo sesgo democrático y multilateral a partir del gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989). En efecto, la transición hacia la democracia en Argentina iniciada bajo el gobierno de Alfonsín significó para la Argentina un reconocimiento y relegitimación política en la comunidad internacional, en particular respecto de los países democráticos y de los organismos internacionales. En el escenario latinoamericano, el nuevo gobierno democrático privilegió la dimensión política contribuyendo a la creación del Grupo de Río como mecanismo de articulación de políticas regionales en especial como un espacio multilateral de carácter latinoamericano y empeñado en contribuir como mecanismo latinoameri- cano a la paz y democratización de la región, particularmente en la crisis centro- americana de los ochenta. De la misma manera, la dimensión regional tiene una influencia renovada en la inserción internacional argentina, de momento en que Brasil y Argentina acuerdan en 1985, en la Declaración de Iguazú, inaugurar una nueva etapa en las relaciones bilaterales y en su proyección regional, dejando atrás viejas rivalidades que derivaban en permanentes disputas y conflictos de competen- cia geopolítica. Este mismo acuerdo dio origen a políticas bilaterales conjuntas en temas de desmilitarización y renuncia a la competencia del desarrollo nuclear, con la suscripción y ratificación de ambos países del Tratado de Tlatelolco. A su vez, desde una perspectiva económica, los condicionamientos sistémicos de la economía internacional, en particular el tratamiento y negociación de la deuda externa, indu- jo al gobierno argentino a impulsar la cooperación e integración regional a partir de un modelo económico proteccionista de la industria local y que no renunciaba a la lógica de intervención y regulación del Estado en el mercado. El sistema internacional de post Guerra Fría, coincidente con el inicio de la administración Menem en 1989, fue un marco propicio para el desarrollo e implementación de una nueva estrategia internacional de Argentina. En efecto, la política exterior trasandina bajo Menem asume cambios estructurales, abandonan- do los elementos nacionalistas y de no alineación con los Estados Unidos de las administraciones previas y se inserta en el mundo y a la economía global a través de los fundamentos del liberalismo económico y político emergentes en la política mundial de fines de los ochenta. La liberalización económica a partir de lineamientos de mercado y en particular acogiendo la filosofía y condiciones del plan identifica- do como «Consenso de Washington» permite la renegociación de su deuda externa y una política monetaria y cambiaria muy cercana a la economía capitalista global, como parte de una estrategia más amplia de inserción plena en el mundo occiden- tal. De la misma manera, el entorno regional también constituyó un referente im- portante y prioritario para la administración Menem y sus sucesores. En este ámbi- to basta recordar la gestación y desarrollo de Mercosur como resultante del acerca- miento previo con Brasil y el apoyo entusiasta de Uruguay y Paraguay. Su política latinoamericana también privilegió el acercamiento con Chile para superar en for- ma definitiva y de acuerdo al derecho internacional, los tradicionales desencuentros
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=