Nuestros vecinos

José A. Morandé 38 reciente, la globalización del escenario internacional, han constituido factores de condicionamiento e influencia en la dinámica política doméstica e internacional de los dos países. Es en este amplio contexto sistémico y bajo las tendencias ideológi- cas imperantes en las dimensiones de la política y economía mundial en el cual los dos países han procurado desarrollar sus respectivas estrategias de inserción inter- nacional. En consecuencia, en este período encontraremos en las conductas exter- nas de Argentina y Chile políticas que apuntan a intentos de identificación interna- cional y regional a través de la conjugación de elementos autonómicos con la di- mensión multilateral y colectiva. En el caso de Chile, durante gran parte de la Guerra Fría su estrategia interna- cional fue de alineamiento con Estados Unidos a partir de una lógica política de contención del comunismo, particularmente a nivel de la seguridad hemisférica 6 . En el plano económico, los márgenes de autonomía política fueron más amplios, de momento en que Chile hasta mediados de la década de los setenta y los propios países de la región hasta fines de los ochenta, postularon e implementaron estrate- gias de desarrollo nacional y regional a partir de modelos económicos mixtos con participación e intervención variada del estado en los mercados locales y latinoa- mericanos. De este modo, en los intentos de protección e industrialización de la producción doméstica fue posible justificar los intercambios comerciales con las economías socialistas a las cuales tuvo acceso el mercado chileno. No obstante las limitaciones de opciones de política exterior que el alineamiento estratégico con Estados Unidos representaba para Chile en la región, el tradicional apego a los principios soberanos de no intervención en los asuntos internos de los Estados esgrimidos por la política internacional latinoamericana, permitió márge- nes de maniobra a la diplomacia chilena para poder desenvolverse con cierta auto- nomía en situaciones conflictivas. Tal fue el caso de la abstención chilena en la OEA respecto de la política de marginación del régimen de Fidel Castro y la expulsión de Cuba del Sistema Interamericano propiciada por Estados Unidos y aprobada a mediados de los años sesenta. En el ámbito del sistema latinoamericano, la inserción internacional chilena –en particular a nivel vecinal– ha debido enfrentar controversias que se derivan de problemas de delimitación de fronteras que se arrastran desde el siglo XIX. Aunque las crisis en este ámbito son recurrentes, las tensiones mayores en las últimas déca- das han estado centradas en las relaciones de Chile con Bolivia y Perú, de momento que las disputas con Argentina en este plano se han ido zanjando desde mediados de los ochenta, con la firma y aplicación de los instrumentos jurídicos y políticos del Tratado de Paz y Amistad entre los dos Estados. A pesar de la continuidad observable en la dinámica de los factores hemisféricos y regionales que han tenido un impacto estructural en la proyección internacional de Chile, la transformación del sistema internacional post Guerra Fría en los as- 6 Para una aproximación de la política exterior de Chile a partir de los niveles de análisis sistémico, de estado y de liderazgo individual ver José A. Morandé, «Chile. The Invisible Hand and Contemporary Foreign Policy», en Frank O. Mora y Jeanne A. K. Hey (eds.), Latin American and Caribbean Foreign Policy , op. cit. , págs. 243-264. Ver también José Morandé, «Política Exterior: Tras convertirnos en ciudadanos del mundo», Anuario de Chile 2003- 2004 , Santiago, Universidad de Chile, 2004, págs. 26-32.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=