Nuestros vecinos

Tatiana Rein Venegas 332 Conclusiones La inmigración en Chile se encuentra muy por debajo de los índices mundiales promedios y el país está lejos, por tanto, de ser un receptor de oleadas de migrantes, como se ha dado a entender por la prensa nacional. Es más, las tasas de natalidad y de esperanza de vida demuestran que la población nacional está envejeciendo, 58 razón por la cual en pocos años se necesitará mano de obra externa para satisfacer la necesidad del país. Ahora bien, ni la potencial necesidad de la migración, ni el problema que puede generar para el país las percepciones equivocadas que tiene la población nacional respecto de algunos grupos de inmigrantes, ha llevado al gobierno a adoptar una postura sobre el tema, que lo conduzca a establecer normas concordantes que cons- tituyan una política migratoria. En efecto, la regulación es insuficiente e inadecua- da para la situación actual, lo que hace indispensable asumir una postura sobre la real necesidad de que lleguen extranjeros, el tipo de migración que se requiere, los vínculos que se desean tener con los nacionales que emigran, la forma de facilitar la relación de los inmigrantes con sus países de origen, la manera de proteger a los migrantes de potenciales violaciones de sus derechos esenciales, tanto en calidad de migrantes como en su calidad de seres humanos. Adoptar una postura frente a los temas mencionados, como otros que digan relación con la migración, contribuirá a la mayor aceptación de la población nacio- nal de dicho fenómeno, así como sobre su necesidad y su carácter inevitable. Una política migratoria que contemplara aspectos educacionales de aceptación de la diversidad, contribuiría a la mayor integración de la comunidad migrante, indis- pensable para lograr una convivencia armónica dentro del territorio nacional. Además de la posibilidad de lograr una mejor calidad de vida de la población que vive en el territorio nacional, debido precisamente a la mayor integración y, por consiguiente, disminución de los conflictos entre diversos sectores, una adecuada política migratoria también podría contribuir a generar vínculos que mejoren consiguientemente la relación de los Estados. En efecto, si un país tiene a muchos de sus nacionales viviendo en otro, le interesará poder generar una relación fluida con éstos, así como que las condiciones en que ellos se encuentren sean optimas, más aún si debido a dichas condiciones de empleo obtenidas comienzan a llegar a su territorio remesas que contribuyan a mejorar la calidad de vida dentro de su propio territorio. Si bien la aceptación de la comunidad boliviana inmigrante no va a poner térmi- no a siglos de conflicto entre Chile y Bolivia, sí puede favorecer las relaciones o, al menos, establecer puntos de contacto que las beneficien. Las razones expuestas demuestran la necesidad de que el Gobierno adopte una política migratoria, para la cual es indispensable conocer las diversas realidades que presenta la migración, tanto respecto de los que salen del país como de aquellos que entran. Se debe tomar en cuenta las diferencias culturales y la mejor manera de incorporarlas; en el caso de la diversidad racial la forma de que sea aceptada. Son también temas fundamentales a considerar los derivados del sexo, presente 58 INE, Anuario de Estadísticas Vitales 2003 , Chile. www.ine.cl, p. 59.

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