Nuestros vecinos
Lorena Oyarzún Serrano 308 debería pagar 5 millones de plata a Chile y en caso de que el gobierno de Santiago perdiese el plebiscito cedería caleta Vítor hasta Quebrada Camarones u otra de similares características, más el pago de 5 millones en plata. • Otra oportunidad se produjo en 1950. En este caso Chile inició negociacio- nes para otorgar a Bolivia un corredor al norte de Arica contiguo a Perú, territorio en el cuál se construiría un puerto. Bolivia, en tanto, permitiría a Chile utilizar las aguas del lago Titicaca. Esta iniciativa tampoco llegó a concretarse. • Abrazo de Charaña. En 1975, bajo regímenes militares en ambos países, se iniciaron negociaciones para ceder a Bolivia una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite urbano de la ciudad de Arica. Esta alternativa estaba condicionada a un canje simultáneo de territorio y al uso de las aguas del río Lauca. Cuando Perú fue consultado, en virtud del Tratado de 1929, en vez de dar su venia o rechazar la iniciativa entregó una nueva propuesta: soberanía trinacional en Arica. La idea no prosperó y Bolivia rompió nuevamente relaciones diplomáti- cas con Chile en 1978. Las relaciones boliviano-chilenas en el sistema internacional contemporáneo Esta segunda parte del texto sitúa el eje articulador de la relación chileno-boli- viana, la demanda marítima, en el contexto del nuevo sistema internacional y en cómo los cambios producidos en éste afectan sus relaciones. Durante los años no- venta destaca la idea de legitimar y universalizar ciertos valores y principios, así la democracia se convierte en el eje fundamental de la agenda regional, influyendo en todas las dimensiones del relacionamiento entre los estados. Entre las iniciativas tendientes a fortalecerla se cuentan la suscripción de la Carta Democrática de las Américas (2001), la Declaración de una Zona de Paz Sudamericana durante la Segunda Cumbre de Presidentes Suramericanos (2002) o que en foros internaciona- les como la Asamblea General de la OEA (2003) y la Cumbre Extraordinaria de las Américas (2004) se promueva la solución pacífica de controversias. Pese a estos avances, diversos informes destacan la vulnerabilidad de la demo- cracia en la región, debiendo enfrentar la creciente violencia, ingobernabilidad, fragilidad institucional y la falta de cohesión social y étnica 17 . Muchos de estos males serían originados por la incapacidad del Estado –legítimamente constitui- do– de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, darles seguridad y solucionar sus demandas 18 . Algunos ejemplos recientes de crisis se observan en Bolivia, Ecua- dor, Perú, Haití y Venezuela. 17 Véase PNUD. (2004). La Democracia en América Latina: Hacia una democracia de ciudada- nas y ciudadanos, ejecutado por el Proyecto sobre Desarrollo de la Democracia en América Latina (PRODDAL) y FLACSO-Chile. (2004). Informe Regional gobernabilidad en América Latina 2004. 18 Según datos del PNUD los latinoamericanos prefieren la democracia como sistema de go- bierno (61% en 1996 y 57% en 2002). Sin embargo, existiría un porcentaje considerable de ciudadanos que señala anteponer el crecimiento económico, y que estarían dispuestos a apoyar un régimen no democrático que resolviera los problemas económicos.
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