Nuestros vecinos
Francisca Möller et al. 294 rrollo de estas regiones, a través del intercambio de personas, bienes y servicios, puede beneficiar también a las pequeñas localidades fronterizas con lo cual dismi- nuyen las fuentes de conflicto entre ellas, aún cuando puede traer aparejadas otras amenazas a la seguridad. III. Aplicación a la relación Chile-Bolivia Iniciar acciones en favor del mejoramiento de la cooperación transfronteriza no implica modificar las posiciones oficiales de los Estados y es más, no es indispensa- ble que sea este quien las promueva, la sociedad civil puede tomar la iniciativa e incluso liderarlas. En Europa así ha ocurrido, los procesos de cooperación en su mayoría han nacido de manera espontánea, a partir de los intereses compartidos y han sido tan exitosos que es de esa regularidad que ha surgido la necesidad de darles un marco legal que los sostenga. De allí nacen acuerdos, proyectos, concep- tos y estrategias de cooperación así como estructuras comunes 11 . Es esta riqueza, la que vuelve a la Cooperación Transfronteriza una opción im- portante dentro del proceso de integración con Bolivia. Creemos que el embajador Carlos Bustos es certero en su diagnóstico sobre nuestras relaciones con el país altiplánico «...chilenos y bolivianos dialogamos muy poco y, lo que es peor, nos hemos acostumbrado a encauzar nuestros vínculos por caminos que no resultan la mayoría de las veces ágiles o conducentes.» 12 Es por eso que el desafío es la búsqueda de soluciones creativas y acordes a los tiempos. Es decir, que sean realistas, útiles, razonables y duraderas. Que se preocu- pen de mejorar la calidad de vida de las personas y de generar las condiciones necesarias para el desarrollo y progreso de los pueblos. En el siglo XXI, los proble- mas de la soberanía se abordan desde esta perspectiva y no reestudiando o modifi- cando las fronteras 13 . La verdadera integración requiere del cumplimiento de ciertos requisitos pre- vios. Necesita que se conozca, comprenda y confíe en el vecino, en esa tarea la cooperación transfronteriza puede ser una valiosa herramienta . El modelo europeo, debido a las evidentes diferencias culturales, económicas y geográficas no puede ser íntegramente reproducido en este caso. No obstante, es una experiencia de la que han surgido algunos aspectos teóricos, que no podemos desconocer y que son útiles para desarrollar el marco conceptual del tema. Debemos insistir en que existen muchas y variadas maneras de establecer víncu- los de cooperación, conforme a las necesidades y particularidades propias de cada caso; y también reconocer que es un proceso lento, largo y difícil que podrá tener avances y aciertos, pero también retrocesos y fracasos. Lo importante, en todo caso, es que concurra la voluntad de todas las partes y se asuma que la cooperación 11 «Hacia un nuevo instrumento legal comunitario de derecho publico que facilite la coopera- ción transfronteriza a través de las autoridades territoriales en la Unión Europea», Docu- mento de Posición, www.aebr.net. 12 Bustos, Carlos, Chile y Bolivia. Un largo camino de la independencia a Monterrey , RIL editores, Santiago, 2004, p. 15. 13 Ibid ., p. 323, 324.
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