Nuestros vecinos
El proceso de integración cultural entre Chile y Bolivia... 277 Los principios esenciales de la política cultural del Gobierno de Chile, son la autonomía de la sociedad, la presencia y papel facilitador del Estado, la libertad de la creación, la valoración y el respeto de la diversidad, la afirmación y proyec- ción de la identidad, la educación de la sensibilidad, el resguardo, conservación y difusión del patrimonio cultural, la igualdad de acceso al arte, a los bienes cultura- les, al uso de las tecnologías y la descentralización. DIRAC es una ventana país de la identidad nacional. Desarrolla los esfuerzos para asegurar la presencia de Chile en los principales certámenes, festivales, biena- les de arte, ferias y otros acontecimientos decisivos en los circuitos internacionales de la cultura del mundo y desarrollar una área de apoyo al audiovisual. DIRAC también debe tutelar la acción cultural de las embajadas, agregadurí–as culturales y consulados establecidos en 160 representaciones diplomáticas en el mundo. En rigor, cualquiera que mira las relaciones entre Chile y Bolivia, no observa a primera vista lo que las misiones consulares efectúan, entre otras cosas porque se trata de misiones de bajo perfil. En la práctica, pese a no existir relaciones formales con Bolivia, lo cierto es que son los consulados los que paulatinamente en los últi- mos años de la gestión de la Ministra Soledad Alvear (2000-2004) han utilizado en parte a los encargados de cultura como promotores culturales y sobre todo como enlaces de apoyo a un sin número de actividades de las misiones de Chile en Bolivia. Ello no ha variado durante la gestión del Ministro Ignacio Walker y a nuestro parecer son cruciales en la nueva etapa que se ha venido gestando en los gobiernos de la Concertación respecto de Bolivia y que tiene como contraparte el hecho de que las autoridades bolivianas destacadas en Santiago son prácticamente los gesto- res de la política exterior boliviana hacia Chile en muchos sentidos. Lo anterior, se ha materializado justamente en la firma del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 22), en 1993, y en el establecimiento de su Comisión Administradora. Ese mismo año se instituyó el Mecanismo de Consul- tas Políticas que trata los temas de la vinculación bilateral. En 1997 se creó el Comité de Frontera Chile-Bolivia con miras a potenciar la relación de la I y II Región de nuestro país con regiones vecinas bolivianas. En 1999 entró en vigencia el Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones y luego, cuando comienzan a revitalizarse las relaciones transfronterizas, comienzan a suscribirse acuerdos en las áreas de transporte aéreo y terrestre, turismo, fito y zoo sanitario, lucha contra el narcotráfico, cooperación, licencias de conducir, entre otros. A la fecha ambos países estudian la posibilidad de convenios en materia de transferencia de presos, seguridad social, trabajo de cónyuges de funcionarios con- sulares, en el campo energético y minero. Además, cabe resaltar que con ocasión del proceso de licitación de los puertos chilenos, se ha planteado a las autoridades y empresarios privados bolivianos oportunidades de negocios que se pueden pre- sentar en esta área. En la VII Reunión de la Comisión Administradora del ACE 22, la Delegación de Chile manifestó su disposición de desgravar en forma inmediata, al inicio del acuerdo, el 98,7 % de su universo arancelario. Por su parte, Bolivia indicó que estarí–a dispuesta a desgravar al quinto año el 93,5% de su universo arancelario. 10 10 Ver trabajo de E. Ceppi en página 335.
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