Nuestros vecinos

Dos siglos de relaciones chileno-bolivianas 219 Clima post rompimiento Se entró momentáneamente en una etapa de relaciones de muy bajo nivel. Inclu- so, en un comienzo, las relaciones consulares se encomendaron a funcionarios de rango bajo, lo que duró hasta fines de 1978, en que Bolivia designó a un Cónsul General en Santiago de alto nivel, el escritor y diplomático Alfonso Crespo Rodas, y Chile enviò a La Paz al Ministro Consejero Carlos Bustos. Las posibilidades de dar algún tipo de pasos positivos, parecieron mínimas o inexistentes, no sólo por el clima bilateral sino también por la inestabilidad política que se vivió en Bolivia. Entre 1979 y 1980 Bolivia tuvo cinco Presidentes (Padilla, Guevara Arze, Natusch Busch, Gueiler y García Meza) y siete Cancilleres (Botelho, Arauz, Escobari, Fernández, Bedregal, Garret y Cerruto). Fue una época difícil, en lo interno, y difícil para la relación bilateral, en especial el año 79, por conmemo- rarse el centenario de la Guerra del Pacífico, dedicando Bolivia gran parte de su estrategia internacional de ese año a obtener el apoyo continental para una resolu- ción favorable a sus puntos de vista en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). El centenario de la Guerra del Pacífico El año 1979 se caracterizó por una intensa actividad diplomática boliviana, mezclada con afiebradas campañas antichilenas que dieron lugar a manifestaciones muy agitadas en el interior de Bolivia. Desde comienzos de año la diplomacia boliviana trabajò, con efectividad, pri- mero en un esfuerzo encaminado a lograr que la Asamblea General de la OEA se efectuara en La Paz y, después, en obtener un amplio respaldo regional para sus puntos de vista respecto del tema marítimo. En Santiago, parecía existir cierto grado de confianza en el sentido de que la acepta- ción continental de la posición boliviana sería limitada y habría varios países que se opondrían o se abstendrían cuando Bolivia presentara su proyecto de resolución. Lo cierto es que, diplomáticamente, la Asamblea fue exitosa para Bolivia. La reunión se efectuó en un clima muy emotivo y adverso. En las calles, el clima era de gran hostilidad hacia Chile. Prácticamente durante los seis días que duró la Asam- blea se produjeron frente al Hotel Sheraton (ahora Radison) desfiles y manifesta- ciones en que se atacaba violentamente a Chile. En la Asamblea misma, se habían habilitado acomodaciones para un numeroso público que aplaudía lo que era de su gusto y repudiaba lo que le desagradaba. El Presidente Walter Guevara dedicó gran parte del discurso de inauguración de los trabajos al tema marítimo, presentando una visión muy sesgada de los hechos. El representante chileno, el embajador en la OEA Pedro Daza, en su intervención subrayó que el organismo regional no tiene competencia para pronunciarse sobre los derechos territoriales de Chile. En el debate general, prácticamente todas las delegaciones pronunciaron discur- sos de apoyo a Bolivia. Una tribuna vociferante aplaudía en el interior de la sala y manifestaciones multitudinarias lanzaban consignas antichilenas en la calle.

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