Nuestros vecinos
Carlos Bustos 210 La revolución de 1952. Nuevos tiempos en la relación bilateral Se entró en una etapa en que el contacto bilateral chileno boliviano alcanzó niveles muy intensos, en particular durante la primera parte de la administración del General Carlos Ibáñez del Campo, con el gobierno movimientista del Presidente Paz Estenssoro, asentado en el Palacio Quemado. En esa época, se producía entre Chile y Bolivia una etapa de interesante diálogo, que hemos recordado algunas páginas atrás y que culminó en las referidas notas de 1950. Chile formuló importantes planteamientos los que, sin embargo, no se concre- taron en avances en vista de la escasa receptividad mostrada por los más influyentes sectores bolivianos, en una etapa que se caracterizó por bruscos cambios internos. Especialmente entre 1953 y 1955 se registraron notables acercamientos, sin que en ningún momento figuraran en las expresiones públicas de la parte boliviana menciones para el tema marítimo, confirmando la posición que venía mantenien- do Paz Estenssoro desde antes de asumir la Primera Magistratura de la Nación. Su opinión en el sentido de que el subdesarrollo de Bolivia no tenía vinculación con la falta de acceso soberano al mar, podría estimarse más que ratificada por otros cronistas bolivianos de la época. Paz Estensoro visitó Arica y el General Ibáñez fue a La paz. No hubo en estas ocasiones planteamientos bolivianos sobre el mar. Durante largo tiempo desaparecieron en la esfera oficial boliviana los ataques y las acusaciones en contra de Chile. Uno de mis jefes en mis primeros años de Can- cillería, que se desempeñó como Encargado de Negocios de Chile en Bolivia en esa época me comentaba que durante su gestión había expresado a Santiago su opinión sobre la actitud del gobierno de Víctor Paz en los siguientes términos: «no debe creer que lo hacen para sernos gratos, ni para que las generaciones bolivianas futu- ras olviden sus sentimientos reivindicacionistas, ni siquiera para buscar un estrecho acercamiento boliviano-chileno, sino porque se trata de un gobierno realista que no desea agregar a su larga lista de problemas insolubles uno más...»; «...creo que el gobierno del MNR se hará el campeón de la cuestión portuaria y reiniciará anti- guas campañas tan pronto lo crea necesario para mantener su popularidad, tocan- do la fibra del patriotismo, como siempre ha ocurrido en la historia de Bolivia». La cuestión del Río Lauca El tema relativo a la utilización por Chile de parte de las aguas del río Lauca, que hizo crisis en 1962, durante la administración Alessandri Rodríguez, constitu- ye un caso digno de estudiarse en profundidad, por el hecho de que en la gestación del problema se entrelazan debates relativos al aprovechamiento de un recurso hídrico compartido con el siempre permanente tema de las aspiraciones marítimas de Bolivia. El Lauca es un río internacional de curso sucesivo que nace en territorio chileno en las ciénagas de Parinacota (4.400 metros de altura) y es alimentado desde la vecina laguna Cotacotani. Después de recorrer áreas del norte chileno, en las cerca- nías del Lago Chungará, el río ingresa a territorio boliviano a 3.900 metros de
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