Nuestros vecinos
Carlos Bustos 208 voluntariamente en uno o varios Protocolos a ceder a la República de Bolivia a perpetuidad todo derecho, títulos o intereses que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica» 10 . Chile expresó aceptación, en principio, de la propuesta del Gobierno de Estados Unidos, señalando en Memorandum entre que Chile procedía en tal sentido «en obsequio a la gran causa de la confraternidad americana y llevado por su anhelo de favorecer la reconciliación de los países envueltos en la Guerra del Pacífico» 11 . La iniciativa murió al ser rechazada por el Perú. El Tratado chileno-peruano de 1929 En 1929 Chile y Perú alcanzaron un acuerdo quedando Tacna para el Perú y Arica para Chile. En un protocolo complementario se estipulaba que Las Repúblicas contratantes se obligan a no enajenar sus derechos a la pose- sión o dominio del territorio que se dividen entre sí por el presente Tratado, a favor de otro Estado, sociedad o individuo particular. Este protocolo ha tenido importantes efectos en negociaciones efectuadas entre Chile y Bolivia a partir de 1950. Chile y Bolivia en la década de 1930 Una gran parte de la década de 1930 encontró a autoridades, estudiosos y al pueblo boliviano inmersos en el tema de la guerra del Chaco, lo que hizo que el tema de las relaciones con Chile quedara temporalmente en un segundo término. Bolivia vivió una época difícil, tal vez más compleja que la angustia en que normal- mente vivía inmerso su pueblo. En la segunda mitad de dicha década, sin embargo, se alcanzaron importantes acercamientos, en especial a raíz de un acta firmada el 23 de diciembre de 1936, en Buenos Aires, por los Cancilleres Miguel Cruchaga y Enrique Finot, de Chile y Bolivia, respectivamente. Ambos Cancilleres se encontraron en Buenos Aires con motivo de la Conferencia Panamericana de la Consolidación de la Paz y acordaron crear una Comisión Mixta encargada de estudiar y proponer medidas encamina- das a mejorar el conjunto de las relaciones económicas de los dos países. Ambos Ministros actuaban movidos por el encomiable anhelo de estimular las vinculacio- nes comerciales y económicas, de estudiar diferentes aspectos de la vida de relación entre ambos países, mejorar y abaratar los transportes, facilitar la cooperación técnica, etc. 10 Chile y Bolivia. Un largo camino , C. Bustos, pág. 122. 11 Chile y Bolivia. Un largo camino , C. Bustos, pág. 122.
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