Nuestros vecinos

Carlos Bustos 204 tada por el estaño. Según las mismas fuentes, ese porcentaje subió al 55 % entre 1900 y 1905, la época en que se negoció y se firmó el tratado. En la Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile de 1902 ,suscri- ta por el Ministro de la época señor Don Eleodoro Yáñez, se relata en forma muy clara y objetiva el desarrollo de los contactos y se enfatiza que: En las conferencias celebradas sobre este particular se trató especialmente de los puntos que siguen: 1 Abandono por parte de Bolivia de toda pretensión a un puerto en el Pacífico: 2 Independencia comercial de ese país, quedando Chile sometido a la condi- ción de la nación más favorecida; 3 Abono por parte de Chile de una suma de dinero, entregada por anualida- des, que se destinará a la construcción de ferrocarriles que den fácil salida al Pacífico de los productos de Bolivia... Sobre estos particulares se llegó a una inteligencia casi completa, quedando la negociación suficientemente avanzada para darle término una vez que se constitu- ya la representación diplomática de uno y otro país, por medio del nombramiento de Ministros Plenipotenciarios. El 20 de octubre de 1904 se firmaba en Santiago, entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, D. Emilio Bello Codesido, y el Ministro Plenipotenciario de Bolivia, Sr. Alberto Gutiérrez, el Tratado de Paz, Amistad y Comercio que represen- ta el término definitivo del período de tregua abierto por el Tratado de 1884 y, por ende, el restablecimiento pleno de la paz entre ambos países. Es posible que este hecho no haya producido un especial impacto a nivel internacional, en momentos en que la atención mundial estaba más firmemente puesta en las difíciles situacio- nes que se vivían en Africa Sur Occidental, en la guerra ruso japonesa y en la reelección de Teodoro Roosevelt en la presidencia de los Estados Unidos. En todo caso, es obvio que en la subregión –salvo en el Perú– el paso dado por los gobier- nos de Santiago y La Paz fue recibido con gran satisfacción. Desde un punto de vista de definición limítrofe, el acuerdo de 1904 es mucho más preciso y claro, en lo que se refiere a la determinación y descripción del límite interna- cional, que lo que había sido el Tratado de 1881 con Argentina y lo que sería después el de 1929 con el Perú. La descripción de la traza es particularmente minuciosa. El mismo día 20 de octubre los plenipotenciarios firmaron un protocolo com- plementario en virtud del cual ambos gobiernos acordaban colaborar para que, en definitiva, Tacna y Arica quedaran en manos de Chile al completarse los procedi- mientos previstos en Ancón. Cuando se habla de los efectos del Tratado de 1904, cabe señalar: 1. Bolivia renunció para siempre y en forma definitiva, a una salida propia y soberana al mar a cambio de las ventajas de diversa índole que se consignaban en el pacto de paz, luego de que sus bases fundamentales no sólo fueron largamente discutidas y estudiadas por los gobernantes, políticos y prensa bolivianos, sino que, además, respondían en altísimo porcentaje a las proposiciones que se plantearon por Bolivia al iniciarse los contactos previos en 1902. 2. Los líderes y dirigentes de la Bolivia de 1904 recibieron importantes espaldarazos de su ciudadanía en los años sucesivos. El General Montes, que al

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