Nuestros vecinos

Carlos Bustos 202 tivo que establece la ley chilena, los territorios comprendidos desde el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa en el Pacífico, teniendo dichos territorios por límite oriental una línea recta que parte de Sapalegui, desde la intersección con el deslinde que los separa de la República Argentina, hasta el volcán Licancabur. De este punto seguirá una recta a la cumbre del volcán apagado Cabana: De aquí continuará otra recta hasta el ojo de agua que se halla más al sur, en el lago Ascotán; y de aquí otra recta que, cruzando a lo largo dicho lago, termine en el volcán Ollagua. Desde este punto, otra recta al volcán Túa, continuando después la diviso- ria existente entre el departamento de Tarapacá y Bolivia» 9 . El Pacto de Tregua entró en vigor el 4 de diciembre de 1884. Diálogo chileno-boliviano a partir de 1884 Los contactos chileno-bolivianos no fueron fáciles en los años que siguieron a la suscripción del Pacto de Tregua. No surgieron, en general, problemas derivados del tema del mar, sino que de otras materias. Por ejemplo, el artículo 5º? del Pacto de 1884 consagraba un restablecimiento de las relaciones comerciales entre ambos países y se acordaban franquicias que beneficiarían a los productos comerciales chilenos y bolivianos en el territorio de uno y otro país. Mucho se ha escrito, especialmente en Bolivia, acerca de las negociaciones desa- rrolladas en 1895, en virtud de las cuales se abría la posibilidad de que si Chile –como consecuencia del cumplimiento del Tratado de Ancón– obtenía la ratifica- ción de sus derechos sobre Tacna y Arica, cediera estas provincias a Bolivia. Cabe señalar que en un momento dado, Bolivia planteó también su interés en Mejillones o Pisagua, pero los acuerdos se concretaron exclusivamente en relación con Tacna y Arica, y las alternativas que veremos en relación con la caleta Vítor. La eventualidad de la entrega de Tacna y Arica o de parte de esas provincias, parecía una interesante fórmula mediante la cual Chile –además de satisfacer las aspiraciones bolivianas– podría haber logrado una interesante ventaja geopolítica derivada de dejar en el pasado su vecindad con el Perú. Los tratados –firmados en representación de Chile por el entonces Canciller don Luis Barros Borgoño– fueron los siguientes: a) Tratado de Paz y Amistad en virtud del cual se reconocía la soberanía de Chile sobre el territorio que había quedado bajo su autoridad en virtud del Pacto de Tregua de 1884; b) Tratado Especial sobre Transferencia de Territorios en virtud del cual se acor- daba que si a consecuencia del plebiscito que haya de tener lugar en conformidad con el Tratado de Ancón, o en virtud de arreglos directos, adquiriese la República de Chile dominio y soberanía permanente sobre los territorios de Tacna y Arica, se obliga a transferirlos a la República de Bolivia en la misma forma y con la misma extensión que los adquiera. Se acordaba que si Chile no obtuviera Tacna y Arica se comprometía a entregar a Bolivia la caleta Vítor hasta la quebrada de Camarones 9 Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Tratados y acuerdos internacionales con Bolivia.

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