Nuestros vecinos

Dos siglos de relaciones chileno-bolivianas 197 Sentimientos americanistas de Chile en negociaciones que culminan en Tratados de 1866 y 1874 En la siguiente década se acentuaron profundas diferencias del Perú con España, en especial en lo relativo al guano de las islas Chinchas, las que en definitiva lleva- ron a una guerra con la ex-potencia colonial, en la que los países de la región - incluidos Chile y Bolivia - solidarizaron con el gobierno de Lima. En marzo de 1866 culminaba una negociación chileno-boliviana en que se consagraba la adhesión del Gobierno paceño a la Alianza ofensiva y defensiva previamente acordada entre Chile y el Perú. Se precipitó la guerra con España y, como se sabe, uno de los más perjudicados fue Chile, que debió sufrir un dañino bombardeo del puerto de Valparaíso. Encina, en su breve opúsculo titulado «El proyecto de alianza Perú- Boliviana-Argentina de 1873-75 y la iniciativa de don Abdón Cifuentes en la adqui- sición de los blindados chilenos», señala que nuestro país «no se percató de la sonrisa socarrona con que Argentina contemplaba el delirio americanista chileno, ni el regocijo que experimentó al vernos declarar la guerra a España y salir de ella sangrados y deprimidos». Consecuencia de esta nueva situación –y aprovechando la armonía que en esos momentos se apreciaba– fue la designación en Bolivia de una Misión diplomática chilena encabezada por Aniceto Vergara Albano. Rápidamente se enhebró una ne- gociación que llevó a la firma del Tratado de Límites de 1866, que respondió a una proposición del gobierno de La Paz, encabezado en ese entonces por el discutido caudillo, general y presidente de la República, Mariano Melgarejo El tratado se firmó en Santiago el 10 de agosto de 1866, por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, don Alvaro Covarrubias, y el plenipotenciario de Bolivia en Chile, Juan Ramón Muñoz Cabrera; se ratificó y se promulgó el 13 de diciembre del mismo año. Se estipulaba que «la línea de demarcación de los límites entre Chile y Bolivia en el desierto de Atacama será en adelante el paralelo 24 de latitud meridional desde el litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile,de suerte que Chile por el sur y Bolivia por el norte tendrán la posesión y dominio de los territorios que se extien- den hasta el mencionado paralelo 24, pudiendo ejercer en ellos todos los actos de jurisdicción y soberanía correspondientes al señor del suelo». En el art. 21 se acordaba que «no obstante la división territorial estipulada en el artículo anterior, la República de Chile y la República de Bolivia se repartirán por mitad los productos provenientes de la explotación de los depósitos de guano des- cubiertos enMejillones y de los demás depósitos del mismo abono que se descubrieren en el territorio comprendido entre los grados 23 y 25 de latitud meridional, como también los derechos de exportación que se perciban sobre los minerales extraídos del mismo espacio de territorio que acaba de designarse» 7 . En Chile se prestó rápida aprobación a su texto y en Bolivia recibió el apoyo de una mayoría importante. Cumplidas las formalidades de rigor, el 13 de diciembre del mismo año el Tratado fue promulgado oficialmente en Chile, después de haber- se intercambiado las ratificaciones el día 9 del mismo mes. 7 Ministerio de Relaciones Exteriores. Tratados y Acuerdos Internacionales entre Chile y Bolivia.

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