Nuestros vecinos

Carlos Bustos 196 Ley que declaraba de «propiedad nacional las guaneras que existen en las costas de la provincia de Coquimbo, en el litoral del Desierto de Atacama y en las islas e islotes adyacentes» 4 . Bolivia planteó reserva de sus eventuales derechos. En su comunicación, el re- presentante diplomático boliviano en Chile, Casimiro Olañeta, formulaba, sin em- bargo, conciliadoras consideraciones sobre el tema ya que señalaba que «mi Go- bierno no hallará inconveniente alguno en arreglar los límites amistosamente, ha- ciendo aquellas cesiones que no siéndole perjudiciales puedan ser favorables a su hermana la República de Chile. Cincuenta, más que menos, leguas de tierra, no serán jamás para mi Gobierno un motivo que turbará la amistad o rebajará los vínculos de confraternidad que le ligan con el Gobierno de Chile» 5 . El Gobierno de Chile contestó afirmando el dominio de su país hasta el paralelo 23, al norte de Mejillones, pero no rechazando la idea de entrar en conversaciones sobre el particular. Hubo una réplica de Olañeta, de 20 de mayo y una dúplica del Canciller chileno de 27 del mismo mes. En la Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, de 1843, el Canciller de la época, Ramón Luis Irarrázabal, explicaba la situación planteada en los siguientes términos: Esta es la ocasión de informar a las Cámaras de un reclamo que inopinadamente ha hecho la República de Bolivia a la nuestra. Por el artículo primero de la Cons- titución chilena se declara que el territorio de Chile se extiende desde el Desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos, expresión, que sin perjuicio del derecho que títulos positivos o una antigua posesión pudieran darle el señorío de todo el desierto, parece por su indeterminación misma colocar nuestra frontera del norte en la línea mediana que lo divide en dos partes iguales; por analogía de lo que sucede cuando un río caudaloso separa dos Estados, ninguno de los cuales puede alegar convenciones expresas o actos posesorios que le confieran el dominio de toda su anchura 6 . Hubo un largo intercambio de comunicaciones, proposiciones y estudios. El fundamento de los derechos chilenos fue estudiado con gran erudición por Miguel Luis Amunátegui. Se entró en la década de 1850 en un clima de confusión y contradicciones. Boli- via mantenía un clima difícil con el Perú y reiteraba sus cargos y ataques en contra de Chile. Hay constancia reiterada, de que en esa época Chile estimó que sus títulos históricos y jurídicos eran claros en cuanto a sus derechos desde el río Loa al sur y que planteó el tema con Bolivia en un esquema de americanismo y de transacción, con miras a evitar problemas y consolidar un crecimiento y desarrollo armonioso y cordial de ambos países. 4 «Boletín Oficial», 1842, pág, 299 5 Los problemas internacionales de Chile. La Cuestión boliviana , Orrego Luco, pág. 51 6 Memoria que el Ministro de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores presentada al Congreso Nacional, 1843.

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