Nuestros vecinos

Dos siglos de relaciones chileno-bolivianas 195 norte del paralelo veinticinco. Pero como Sucre y Bolívar habían roto, en servicio de Bolivia, el uti possidetis de la Independencia americana y creado una situación posesoria, fundada en razones políticas y económicas, las aspiraciones, las diver- gencias y los conflictos preparatorios de la guerra de 1879 se desenvolvieron entre Chile y Bolivia. Así podría decirse, con sólido fundamento histórico y lógico, que el sino de Boli- via, formada desde su antecesora la Audiencia de Charcas, era ser mediterránea 1 . Cabe recordar, por otra parte, que el 28 de diciembre de 1825, Bolívar emitió en Chuquisaca un decreto en que se señalaba que considerando «que estas provincias no tienen un puerto habilitado» se disponía que «quedará habilitado, desde el 1º de enero entrante, por puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto de La Mar, el de Cobija» 2 . Pareciera más que claro que este puerto que recibiría el nombre del Mariscal José La Mar, era el primero que tenía Bolivia y no tenía ninguna vinculación con situaciones derivadas de la época colonial, sino que se había generado, como decía Alberto Ulloa, en razones políticas y económicas eva- luadas por Bolívar, ajenas a las realidades del uti possidetis. Cabría agregar que la habilitación de Cobija o La Mar no se reflejó en un parti- cular aumento del interés boliviano en ese sector del litoral. Estudiosos bolivianos, por lo demás, reconocen que durante varios años Bolivia, o mejor hablemos del Alto Perú, había estado haciendo gestiones encaminadas a obtener que se le entre- gara el puerto de Arica. El propio Mariscal Santa Cruz habría sido uno de los responsables de que las autoridades de La Paz no lograran este objetivo. En lo relacionado con expresiones oficiales de Chile, cabría agregar que las primeras manifestaciones chilenas relacionadas con los límites de nuestro país, las encontramos en varias de nuestras primeras Constituciones. En 1822, 1823, en el proyecto federal de 1826, en la Constitución de 1828 y en la de 1833 se señalaba que «...el territorio de Chile se extiende desde el Desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos y desde la Cordillera de Los Andes hasta el Mar Pacífico, comprendien- do todo el Archipiélago de Chiloé, todas las islas adyacentes y las de Juan Fernández». En la década siguiente, se firmó con España el Tratado de 25 de abril de 1844, lográndose el reconocimiento por la ex potencia colonial de la independencia de Chile. En el artículo 1º se declaraba lo siguiente: Su Majestad Católica reconoce como Nación Libre, Soberana e Independien- te, a la República de Chile, compuesta de los países especificados en su Ley Cons- titucional, a saber: Todo el territorio que se extiende desde el Desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos; y desde la Cordillera de Los Andes hasta el Mar Pacífi- co, con el Archipiélago de Chiloé y las islas adyacentes a la costa de Chile. Su Majestad renuncia, tanto por sí como por sus herederos y sucesores, a toda pre- tensión al Gobierno, dominio y soberanía de dichos países 3 . La cuestión limítrofe chileno-boliviana se fue delineando en la década de 1840, guardando cierto paralelismo con lo ocurrido con Argentina con relación al Estre- cho de Magallanes. El 31 de octubre de 1842 se publicaba en el Boletín Oficial una 1 Ulloa, A., Posición Internacional del Perú , pág. 287 y ss. 2 Arce, Isaac, Narraciones Históricas de Antofagasta , pág. 15. 3 Carrasco, Selim, El Reconocimiento de la Independencia de Chile por España.

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