Nuestros vecinos

Dos siglos de relaciones chileno-bolivianas 193 Dos siglos de relaciones chileno-bolivianas Carlos Bustos * Bolivia ha constituido siempre una prioridad importante para la política ex- terior de Chile. Lo fue en los primeros años de nuestra vida independiente y sigue siéndolo ahora. Un objetivo de nuestro país ha sido tradicionalmente buscar y mantener un alto nivel en lo que se conoce como la «relación vecinal». En gran medida, el eje de la relación bilateral con Bolivia ha estado en el mar. Es un eje difícil de definir. Aunque fuera efectivo –contradiciendo las eviden- cias de importantes estudiosos chilenos y peruanos– que Bolivia tuvo títulos sobre una zona litoral, parece claro que ese país jamás prestó a ese litoral algún grado de atención o interés, antes de perderlo como consecuencia de la Guerra del 79, del Pacto de Tregua de 1884 y del Tratado de Paz de 1904. Podría sostenerse que los títulos de Bolivia fueron controvertibles o precarios en la época colonial, que Bolívar y Sucre trataron de enmendar esa situación, que por primera vez tuvo un antecedente jurídico firme al suscribir con Chile los tratados de 1866 y 1874. El contacto de Bolivia con el mundo por el mar tradicionalmente se mantuvo a través de Arica, que fue peruana, que es chilena, y que jamás fue boliviana. Alcides Arguedas, en su «Historia General de Bolivia», pág, 357, sostiene que Arica era en la época de la Guerra del Pacífico el «único puerto que servía a las necesidades del comercio boliviano». Es un hecho objetivo que después de la Guerra se ha creado en Bolivia una gran cantidad de mitos y leyendas sobre el mar, así como sobre su alianza con el Perú de 1873. Se sostiene sin fundamento que hubo una guerra de agresión y de conquista, que el subdesarrollo de Bolivia se debe a su falta de acceso útil y soberano al mar, que está en peligro la paz del continente, etc. En los análisis sobre la Guerra del Pacífico que se hacen en Bolivia se toma como punto de partida la ocupación de Antofagasta de febrero de 1879, planteán- dola como una agresión injustificable de Chile. Queda la sensación de que para los estudiosos bolivianos antes de esa acción militar no pasó nada. No hubo tratados, no hubo pactos secretos, no hubo violación de obligaciones contractuales, no hubo rechazo de eventuales mecanismos de solución de controversias propuestos por Chile, etc. No ha sido posible convencer a los bolivianos de que Chile no buscó la guerra del Pacífico, aunque históricamente podamos tener los más convincentes funda- * Abogado, Embajador (r), ex funcionario del Servicio Exterior de Chile. Fue Cónsul General en Bolivia los años 1979-80. Embajador en Dinamarca, India, Venezuela y Sudáfrica. Otros destinos diplomáticos en EE.UU . Gran Bretaña, Argentina, Austria y Suiza (Ginebra).

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