Nuestros vecinos

Crisis del gas, Chile-Argentina... 135 y Brasil con la finalidad de comprar Fuel Oil, gas y electricidad respectivamente, acciones que se concretaron durante ese año y que han continuado su proceso. Asimismo este programa de gestión contempla como principal objetivo la garantía del abastecimiento interno a través del cumplimiento de lo establecido por las leyes 17. 319 (de Hidrocarburos) y 24. 706 (de Gas), autorizándose sólo las expor- taciones que no comprometan el abastecimiento del mercado interno. Consideraciones finales Hasta ahora lo único claro en lo que conciernes al gas es que las condiciones cam- biaron, pues tras pasar de un periodo bastante promisorio para el mercado del gas entre Chile y Argentina durante la segunda mitad de los ’90, propiciados por el espíritu de integración imperante en ese momento –además de las garantías que ofrecía el gobierno de Menem–, actualmente la realidad es otra, donde los cortes de suministro son el tema en juego. Si antes se privilegió el mercado externo gracias a las garantías que ofrecía un sistema neoliberal de mercado, hoy en Argentina se busca regularizar las condiciones internas, a través de una fuerte intervención del Estado y de la aplicación concreta de lo que establece las leyes que regulan este sector. Aun cuando las relaciones bilaterales no fueron afectadas en demasía, sí hubo un deterioro en la generación de confianzas desde el lado chileno, particularmente en lo concerniente al desconocimiento que hizo Argentina y en particular el Presidente Néstor Kirchner frente al Protocolo Gasífero de 1995, además de las últimas señales (agosto,2006) desde el otro lado de la cordillera, en torno por ejemplo al alza a 5,1 dólares el millón de BTU, pese a un acuerdo pre-establecido con la Presidenta Michelle Bachelet unos días antes en Cór- doba, donde se había acordado que dicho valor no superaría los 4 dólares. En el caso de la figura del líder de decisión, este factor ha sido estudiado muy poco, particularmente en el caso de las relaciones bilaterales entre Chile y Argenti- na. A pesar de todo lo que se ha escrito sobre las características de Carlos Menem como un líder carismático y con una fuerte influencia en lo que concierne a política exterior y su establecimiento de vínculos con otros estados, poco se ha analizado acerca de su relación con Chile y su visión en el marco del establecimientos de alianzas estratégicas. A pesar de todos sus detractores no cabe duda que su perso- nalidad influyó en la creación de este ‘clima’ de confianza entre ambos países en esta área, y sobre todo en que lo establecido bajo acuerdos internacionales (tanto comerciales, económicos u otros) sería respetado, dentro de un marco de conside- ración entre países amigos y aliados. El problema es que esa ‘amistad’ no necesariamente garantizaba la realización de gestos políticos de buena voluntad, tal como se esperaba de Kirchner al momento de iniciarse la crisis del gas con Chile y durante todo lo que ha implicado este proceso. Lo cierto, es que lo sucedido con el tema del gas particularmente es una lección a aprender para Chile, en el sentido de no caer en la generación de excesiva con- fianza que impida ver más allá del ‘lucrativo’ negocio que podría alcanzarse, sino por el contrario estar preparados ante las eventualidades y hechos fortuitos, que en el caso de las relaciones bilaterales con nuestro vecinos, no es nada nuevo.

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