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Reseña histórica de los conflictos por el agua... 113 procesos de levantamiento de información, debido a la necesidad de contar con experiencia suficiente, más presupuesto y mayor dedicación de personal a la tarea. Balance final respecto de los recursos hídricos compartidos La historia de conflictos por el agua entre Chile y Argentina permite identificar dos causas estructurales de conflictos: • Fronteras en disputa, desde la época de la independencia. • Carencia de un marco desarrollado para los recursos compartidos. Como causa intermedia, se observa la búsqueda por el control de fuentes de recursos hídricos. Se desconoce si existió una estrategia o política al respecto, pero sí se observa una continuidad en los casos reseñados respecto del Palena (1963), Laguna del Desierto (punto álgido en 1965 con muerte a Teniente Merino), y el río Santa Cruz (segunda mitad de la década de los noventa). La central hidroeléctrica de Futaleufú plantea un problema para Chile, debido a la inexistencia de reglas más precisas respecto de los recursos hídricos y su gestión. La situación se salva por medio de la creación de un mecanismo específico de coor- dinación y de información que permita controlar un conflicto de intereses. A mitad de la década de los noventa estaba en pleno desarrollo la integración chileno-argen- tina, por lo tanto la voluntad era muy favorable al establecimiento de arreglos bilaterales. Se descubre otro factor de conflicto a nivel estructural en los recursos hídricos caudalosos, como fuentes de valor estratégico, por cuanto pueden dar un aporte significativo al desarrollo por medio de la generación de energía hidroeléctrica. Si lo anterior se conjuga con necesidades energéticas y una política de utilización, supone construcción de infraestructura, que se ubica en el nivel inmediato de las causas de conflicto. (Ver Tabla 1) El problema de la administración de recursos queda planteado, lo que da origen a un extenso trabajo bilateral tendiente al establecimiento de mecanismos para la gestión de recursos hídricos compartidos, en las cuencas priorizadas. El objetivo implica un trabajo extenso, especialmente respecto del levantamiento de informa- ción. De hecho, ya existen mapas temáticos conjuntos en las cuencas priorizadas de trabajo, pero aún queda pendiente lo más importante. Aún después de más de diez años de auspicioso trabajo por una gestión compartida de recursos, hay que desta- car que el trabajo no ha concluido. De todos modos, se debe tomar en cuenta que los conflictos por el agua entre Chile y Argentina no han derivado en conflictos bélicos, se han solucionado, hasta el momento, por la vía pacífica, por medio de mecanismos clásicos de resolución de conflictos, como el arbitraje, mediación y negociación. Sin embargo es necesario considerar que hace falta desarrollar mecanismos específicos de prevención.
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